El cine de superhéroes ha pasado de ser un género cinematográfico para convertirse en un modo de realizar cintas que engloban estilos y temáticas muy diversas. Lejos de explorar o indagar en diferentes formas de hacer cine, Venom: Habrá Matanza es una simple y llana película de acción y una gran oportunidad perdida, pero no adelantemos acontecimientos.
El material original, del que la cinta toma la base, es una de las mejores recopilaciones de viñetas de nuestro amigo y vecino Spider-Man. Maximun Carnage o Matanza Máxima. La película toma cuatro referencias y al villano principal y, a partir de ahí, monta un sainete de una hora y media de duración, sin historia que desarrollar y con un villano que echa en falta multitud de escenas y de líneas de diálogo adicionales para tener verdaderas motivaciones creíbles. Fuegos de artificio y humor fácil y socarrón en un film sustentado, en su mayor parte, en la relación de Eddie Brock y Venom. En ese sentido, la primera parte de las aventuras del simbionte si tenía mayor consistencia y armazón que su continuación. Mención aparte tienen algunos cortes de cámara y de escenas que dejan al espectador con sensación en el cuerpo de que “ahí falta algo más”.
Las actuaciones, con el elenco de la película se salvan por si solas. Woody Harrelson lo hace realmente bien como el asesino en serie Cletus Kasady, pero pide a gritos un mayor desarrollo del guión y de la historia para poder aprovechar muchísimo más los registros del actor. Tom Hardy también en su línea, al igual que Michelle Williams. Por otra parte, las nuevas incorporaciones, con respecto a la anterior entrega, de Stephen Graham y Naomie Harris están, en mi opinión, muy desaprovechadas (sobre todo el personaje que interpreta Naomie).
Como he dicho en la introducción, es una oportunidad claramente perdida. La naturaleza de Carnage (o Matanza) totalmente loca y asesina se prestaba a una cinta mucho más trabajada que el resultado que ha llegado a la gran pantalla. Parece más hecha para salir del paso que una entrega a la que se le haya dedicado el suficiente tiempo de producción y desarrollo. Viendo la escena post-créditos se puede entender un poco el por qué, pero no es excusa. Con un personaje como el de Cletus Kasady, la ocasión se presta que ni pintada para realizar una película mucho más oscura, un poquito más densa y salvaje. Es cierto que, al fin y al cabo, deben ser películas que atraigan al mayor número de público posible a las salas de cine y, por ello, se abre mucho la mano en representar según qué cosas para obtener una calificación por edades más amplia. Pero también es cierto que, en el caso de Marvel Studios y Warner con sus personajes de DC han sabido proporcionar al público películas más adultas llenando igualmente las salas de cine. Sony o no ha querido hacerlo o no cuenta con los mismos mimbres, lo cual me extraña mucho.
En conclusión, Venom: Habrá Matanza es un film que pasará sin pena ni gloria por los cines y, también, sin la menor importancia dentro del elenco de las películas de superhéroes. Es cierto que entretiene, pero no pasa de ahí. La escena post-créditos le augura, sin duda, un mejor futuro.
RUBÉN TOLEDO.-