VENECIAFRENIA, BELLE Y CLIFFWALKERS en SITGES 2021

Veneciafrenia

Veneciafrenia, primicia mundial de Álex de la Iglesia presentada aquí en Sitges es, como su propio título indica, pura acción y esquizofrenia en la ciudad de los canales. Una ciudad asolada por el turismo masivo, por miles de visitantes al año en busca de fiesta y nuevas emociones. La trama sitúa la acción en unos Carnavales en los que un grupo de amigos, que sólo buscan diversión y que acabarán en manos de unos vengativos personajes de la Comedia dell’ Arte, que están decididos a «acabar» con los turistas que pueblan sus callejas y piazzas. Ya nunca veremos a un bufón ni a un dottore de la peste de la misma manera tras esta película y De La Iglesia aprovecha el potencial enigmático y terrorífico que siempre me han suscitado estas figuras detrás de esos trajes y máscaras (al menos, a mí personalmente).

Más allá del frenesí, de la acción trepidante y del slasher, que lo hay y quizás sea lo que pueda atraer al gran público a esta película la crítica a ese turismo, que es una de las plagas del siglo XXI en muchas ciudades, es lo que la hace más atractiva. Quien quiera que disfrute de sangre y desenfreno lo va a tener, pero también quien busque crítica también la encontrará. Algunas imágenes son potentísimas y la violencia es descarnada y, en algunos momentos, inesperada. Lástima, quizás, de los minutos finales, que hacen que no sea redonda del todo. Aún así es una película con un brío visual innegable y con una carismática Ingrid García Johnsson al frente del reparto.

Belle

Belle, de Mamoru Hosoda, es una delicia para los sentidos, como acostumbran a ser las obras del director de Wolf Children y Mirai, homenajeado en esta edición. La historia parte del cuento de la Bella y la Bestia (con algunas variantes) para convertirse en un canto a la búsqueda del amor y de la confianza en uno mismo más allá del miedo y de la incertidumbre. La identidad que uno tiene en el mundo virtual (aquí el universo U) y el poder de las redes sociales para crear mitos o expandir rumores también es otro de los temas que subyace en esta fábula que visualmente es de una orfebrería delicada y preciosa.

La capacidad para crear imágenes visualmente hermosas y hechizantes se combina a la perfección con la facilidad con la que Hosoda nos toca el corazón y nos conmueve.

Cliffwalkers

Por otra parte, Zhang Yimou demuestra una vez más que es uno de los directores chinos más notables de las últimas décadas. En CliffWalkers nos cuenta una intrincada historia de espionaje ambientada antes de la Segunda Guerra Mundial, concretamente en Manchuria en la que cuatro agentes chinos participan en una arriesgada misión para atrapar comunistas.

Las secuencias de acción y de violencia explícita están rodadas con un ritmo y una tensión inigualables y ello, junto a la elegancia en el diseño de producción y en la puesta en escena son los puntos fuertes de una trama que nos resulta un poco fría, casi tanto como la nieve que no deja de caer incesante en la película.

Aún así, hay que celebrar que un autor como Yimou sepa mezclar tan bien grandes producciones como Sombra y La casa de las dagas voladoras con otras obras de carácter más íntimo, como Vivir, El camino a casa y Ni Uno menos. Un director que fue el que me descubrió el cine chino y al que siempre le rendiré respeto y admiración trabajo tras trabajo.

SONIA BARROSO.-

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