LAS AVENTURAS ESPACIALES DE VALERIAN Y LAURELINE

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Valerian y la ciudad de los mil planetas es la adaptación de El embajador de las sombras, la sexta de las historietas de Valerian y Laureline , de Pierre Christin y Jean-Claude Meziéres a la gran pantalla por parte de Luc Besson. Luc Besson, reputado director con una gran inventiva visual, vuelve a demostrar en este aspecto que es capaz de crear una imaginería propia y reconocible y, a la vez, competir sin pestañear con propuestas de sci-fi como la saga Star Wars, Star Trek y Guardianes de la Galaxia, si hacemos un mix entre éstas e incluso Dune ,Blade Runner,Avatar, o con su Quinto Elemento seguramente del cóctel resultante saldría esta película. 

La trama es la siguiente: El mayor Valerian y la sargento Laureline son requeridos para tratar de hacerse un transmutador requerido por el gobierno espacial. Pero Valerian empieza a tener visiones sobre los Pearl, los habitantes del planeta Mühl, unos seres que aparentemente se extinguieron hace años. Pero con la cosa se complica cuando el gobierno galáctico es atacado por unos seres que parecen ser los Pearl y cuando deben huir hasta Alpha, la ciudad de Los mil planetas, cuya atmósfera se ha contaminado y ya no parece ser el lugar de intercambio de información y de conocimientos que había sido…Valerian y Laureline vivirán toda serie de aventuras, mientras miran de desentrañar el misterio, a la vez que sus idas y venidas amorosas se van incrementando. 

En este sentido, aparte de las mil y una peripecias de ambos, la película se beneficia de la química entre sus atractivos protagonistas, Dane Dehaan y Carla Delevigne, el playboy espacial y su, aparentemente, último intento de conquista. Aunque a ella se la ve  mucho más cómoda y segura en este ‘toma y daca’ y flirteo amoroso/guerra de sexos que él. 

El hermanamiento galáctico de la secuencia inicial al son del Space Oddity, de David Bowie hacia presagiar que ese sería el tema central de un film que explora temas tan universales como el ansia de poder y de conocimiento, la fobia a lo desconocido o el amor y la confianza capaz de derribar todas las barreras. Y, aunque la aventura es entretenida, hay momentos en que avanza farragosamente y se me antoja un poco larga. No obstante, la aparición de personajes excéntricos como el de Ethan Hawke y Bubble, la inmigrante bailarina y multiforma encarnada por la cantante Rihanna, le dan algo de vidilla al conjunto. Lástima del desaprovechamiento del rol de Clive Owen y de algunas soluciones hechas para contentar aquel que busque una propuesta más colorista, lúdica y juvenil. Eso es en lo que se queda esta espectacular, pero algo irregular Valerian y la ciudad de los mil planetas. 

SONIA BARROSO.-

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