UN LUGAR TRANQUILO: SILENCIO PARA SOBREVIVIR

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Un lugar tranquilo, debut en la dirección del actor John Krasinski (13 horas, The Office), está destinada a ser la nueva sensación de la temporada. Sin ir más lejos, en EEUU ha conseguido el número 1 de taquilla. ¿Y cuál es su secreto? Saber manejar los elementos del género con una historia que transita por el drama familiar y el horror, con grandes dosis de misterio y suspense. Se trata de una film apocalíptico de terror, como lo fue, por ejemplo Llega de noche, de Trey Edgar Shults. En el centro del relato, una familia, de 5 en principio, que hace todo lo posible por sobrevivir ante unos seres realmente horribles, llegados de algún remoto planeta. ¿Y cómo consiguen esa suprevivencia? Viviendo en su día a día en silencio, sin hacer ruido, ya que se comunican por medio de lenguaje de los signos y así evitan hablar, ya que hacerlo les pondría en grave peligro.

¿Cuál es la originalidad de la película? Que sólo se escucha el ruido de los elementos, los susurros de los personajes y la música. El silencio es el elemento clave que atrapa al espectador y lo envuelve en una espiral de angustia y sufrimiento, gracias a la lograda recreación de una atmósfera «silenciosa» e inquietante y al buen hacer de su reparto. Además de la compenetración y complicidad entre John Krasinski y Emily Blunt (Sicario) -matrimonio también fuera de la pantalla- conviene destacar la labor de los niños, en especial, de la pequeña Millicent Simmonds -que es sorda en la vida real- y de Noah Jupe -que ya brillaba en Wonder-.

Asimismo, Krasinski consigue mantener un buen pulso narrativo y dosificar los sustos de manera conveniente. Parece que el director se ha inspirado en parte de la obra de M.Night Shyamalan, siendo su referencia más directa la cinta Señales para tejer una historia que requiere de unas buenas condiciones de visionado -al ser posible con la sala de cine en silencio-para conseguir una verdadera inmersión con lo que se explica en pantalla. Una historia de la que no conviene revelar demasiado para ser sufrida y disfrutada a partes iguales. Incluso quién quiera ver más allá del film, en un mundo tan lleno de ruido y de distracciones, es imprescindible reivindicar un necesario espacio de silencio para reconectar con uno mismo.

ANTONIA CARILLA.-

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