Tenet es la película de la temporada por razones obvias. No voy a hablar de Nolan, ni de las muchas razones que hay para verla en cine. Tampoco de si es o no complicada o cuánta ciencia tiene de cierto ni de las múltiples licencias narrativas que se toma respecto a otros maestros del cine contemporáneo y clásico (cosa que se agradece). Quiero recomendar Tenet porque es un espectáculo visual disfrutable, tanto si tu objetivo es pasar un rato de entretenimiento como si quieres adentrarte en el mundo cuántico que nos presenta.
Sin embargo, quisiera rebajar las expectativas de cualquiera que escuche maravillas de esta cinta y animar a los detractores del director, así como aquellos/as que no os llame la atención. Aunque claro está, cada cual sabe dónde se mete, ¿o quizás no? La predisposición es importante y lo que debes saber es que tiene un montaje lo suficientemente confuso como para acabar liado cada ciertas escenas. Centrarse en los personajes, entre los que destacan el de John David Washington y Robert Pattinson, y dejarse llevar por la intuición puede ser la mejor manera de disfrutarla.
El “juguete” que nos presenta es moderno y llama poderosamente la atención por su misteriosa (aunque no tanto) tecnología, pero el resto de elementos que proporcionan intriga, suspense y acción son los que siempre hemos disfrutado en el cine. Por tanto, no estamos ante una película que revolucione todo lo visto hasta la fecha y Nolan lo sabe, por mucho que se empeñe su departamento de marketing en hacernos creer lo contrario. Y aún así, no pasa nada, porque se disfruta de igual manera, ya sea por sus giros de guión o por su espectacular puesta en escena.
Todo un puzzle que necesita un poco del espectador para encajar sus piezas hasta el final, pero no os preocupéis, ya que incorpora (marca de la casa) muchas explicaciones que, incluso después de una fatigada jornada laboral os ayudarán a superar vuestras dudas (y no lo digo como reproche). Además, siempre podéis volver a verla para disfrutar de muchos detalles. La entrada está más que amortizada.
JUANAN TORMO.-(Ikisabi)
