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Cartel de Sitges
TEDDY Y SPUTNIK EN SITGES
octubre 13, 2020 Festivales

Teddy

 

Hoy viajaremos desde la campiña francesa a la estepa rusa, o bien, de la comedia dramática con «chico lobo» mediante, Teddy, a la ciencia ficción con criatura que nos propone Sputnik.

Teddy, de Ludovic y Zoran Boukherma, empieza como una comedia, que podría recordarnos al tipo de humor de Bienvenidos al Norte, para acabar derivando en algo más oscuro y amargo.

Es la historia de un joven, que bien podría ser la evolución del protagonista de Trainspotting, que abandonó sus estudios para trabajar, tiene una novia que está a punto de entrar en la facultad y sueña con hacer planes de futuro. Aunque, tras ser mordido por un perro, o un lobo, una noche, Teddy empezará a sentirse distinto. ¿Se habrá convertido en un hombre lobo?

 

 

La trama combina el humor más «chusco», la comedia adolescente con algunas explosiones de violencia y sangre. Es una historia sobre las expectativas que tenemos en la vida que chocan con la realidad. El elemento fantástico asegura el drama del adolescente en plena transformación vital.

Aún así, a pesar de algunos aciertos de guión y un personaje con el que el espectador puede sentir simpatía, nos esperábamos más. Quizás lo mejor es que se atrevan a darle un final bastante inesperado.

 

Sputnik

 

Sputnik es la ópera prima de Egor Abramenko y constituye una sorpresa notable en esta edición. Del espacio exterior a la base militar con horror. 1983. Dos astronautas vuelven de su misión a la Tierra, uno muerto y el otro, con una extraña criatura hospedada dentro de él. No es Alien, de Ridley Scott, ni La Llegada, de Denis Villeneuve, aunque tenga elementos que nos las recuerden.

Una investigadora tendrá que esclarecer si este héroe ruso, con un fuerte sentimiento de culpa ha matado, a su compañero e intenta separar al alienígena de su huésped.

 

 

La combinación entre thriller de investigación (con ocultos secretos por parte de los militares mediante) y ciencia ficción con criatura, así como drama de fondo, proporciona las dosis de entretenimiento y tensión in crescendo necesarias (con algunos toques gore).

La relación que se establece entre la investigadora y el astronauta es otro de los puntos fuertes de este Sputnik, que demuestra, tras Salyut, que la ciencia ficción rusa está en plena forma, pues la factura del film es impecable -excelente fotografía y banda sonora-. Atención a la parte final, que nos ha parecido maravillosa.

SONIA BARROSO.-

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