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TALENTO Y ÉTICA
diciembre 27, 2015 Cine de Autor

 

Unir a cuatro genios en una sola película tiene garantizado el éxito. O al menos, eso podría deducirse tras ver la película que me ocupa. La suma de Fassbender+Steve Jobs+Danny Boyle tras las cámaras y Aaron Sorkin en el script tiene que tomarse como una celebración de talentos, quizás no apta para todos los públicos. Los más jóvenes quizás no conozcan ni a Steve Jobs, sino sólo algunas de sus creaciones tecnológicas, como el Iphone, el Ipod o el Ipad. En mi caso, y con 37 años que tengo, sólo recordaba al Jobs de la última etapa que nos presenta el film.

La cinta se estructura en tres actos que se suceden como si trascurrieran en el backstage. Con tres fechas clave: 1984, cuando Jobs, dentro de Apple presentaba el primer ordenador Macintosh, que venía a competir con el PC de Bill Gates. 1889: Cuando Jobs, despedido de Apple por la puerta falsa, se ingenia el odenador «caja negra» Next, como ordenador apto para la formación en las escuelas. Y 1996: Cuando lanzó y triunfó por la puerta grande (y de nuevo desde Apple) el Macintosh que muchos conocemos y con el que yo, particularmente, tantas veces trabajé en mis años universitarios.

La pluma aguda de Sorkin se pone al servicio de la inventiva visual de Boyle, consiguiendo hacer cinematográfica una pieza de carácter teatral, pues las réplicas y contrarréplicas entre Jobs y sus seguidores y correligionarios, leáse Joanna (su mano derecha o mujer en el trabajo); su amigo y ayudante Steve Wozniak; John Sculley (directivo de Apple); o Andy Hertzfel (su compañero de trabajo) son una constante durante todo el film. Con todos ellos, además de con su ex-amante, Crisann Brennan y su hija no reconocida, Lisa, Jobs sube a los cielos y desciende a los infiernos en un carrusel emocional, donde la competitividad, los celos, la dialéctica entre el talento y la ética; y las frustraciones íntimas y profesionales vemos que van forjando la personalidad del genio visionario de la informática.

Así pues, como podéis leer entre estas líneas, no es para nada un biopic al uso, sino una sucesión de actos y entre-actos que vamos viendo entre bambalinas para que conozcamos al auténtico ególatra y megalómano. Así se nos presenta Steve Jobs que, de tan antipático y orgulloso que nos parece, un ser por encima del Bien y del Mal, acabaremos pensando que, en el fondo, era un ser humano, como cualquiera de nosotros. Eso sí, con un excepcional talento y visión y con una gran perserverancia.Michael Fassbender muta en Steve Jobs, realizando una de las grandes interpretaciones de su carrera, pero es que el gran elenco de secundarios no se queda atrás: Kate Winslet, Jeff Daniels y un increíble Seth Rogen (en un rol más dramático a los que nos tiene acostumbrados) están de nota.

En definitiva, es el relato en 3 momentos claves de una vida excepcional narrada con brío y contada de manera brillante (aunque eso sí, neófitos en la materia, absteneros), con un final que a algunos les dejará un ambiguo sabor de boca.

SONIA BARROSO.-

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