AMAZING! Ese fue el título que rezaba la primera vez que se vio a Spider-Man en las viñetas de los cómics, allá por agosto de 1962, y resume perfectamente la sensación que un@ tiene al salir de la sala de cine tras vez la última aventura del trepamuros interpretado por Tom Holland… AMAZING!
Spider-Man: No Way Home es un ejercicio de amor a los superhéroes, a las viñetas y a las aventuras que el cine nos lleva regalando de nuestro amigo y vecino arácnido desde 2002. Con sus errores y aciertos, “Spidey” ha protagonizado la friolera de ocho adaptaciones en solitario, contando la que ocupa estas letras, aparte de robar el espectáculo en otras tres cintas de la saga marvelita del UCM. Sin contar los superhéroes con los que comparte empresa, tan solo los baluartes de la Distinguida Competencia como Batman y Superman pueden presumir de contar con un conjunto de adaptaciones cinematográficas a sus espaldas tan granado. “Excelsior” como diría Stan Lee, padre de la criatura junto con Steve Ditko.
Es importantísimo entrar al cine a ver la última entrega del lanzarredes sin conocer absolutamente nada de la trama ni de lo que sucede más allá de lo que los avances publicitarios ya nos hayan contado. Es una cinta que funciona cañonazo tras cañonazo a partir del segundo acto… ¡Booom! Y la sala rompe a aplaudir… ¡Booom! Y se escucha el asombro del público. No caerá su disfrute con los siguientes visionados que se realicen de la misma, pero será diferente, y el componente de guiño, fan service y sorpresa con el que teje su armazón será algo más endeble. Quizás por eso no le haya dado las cinco estrellas en mi valoración personal. El resto de la trama es simple y sencilla, sin poner a prueba al espectador y, en ese sentido, funciona muy bien al no arriesgar y dar a los seguidores, y al público general, lo que piden, pero, para futuras entregas, esta fórmula ya no bastará.
Interpretativamente, creo que hay que destacar dos figuras por encima de las demás, dentro de un reparto que esta impecable. Tom Holland, por un lado, nos da un Spider Man que se topa de golpe y porrazo con la madurez de la vida adulta del superhéroe. Puede que sea cierto que el personaje adolezca de cierta evolución, sobre todo viendo todo lo que ha vivido dentro del UCM, pero Holland sabe llevar su actuación con aplomo a registros interpretativos que no le son desconocidos, pero que borda con la experiencia de quien lleva treinta años sobre las tablas.
Por otro lado, alguien que si que tiene esa experiencia sobre sus hombros es Willem Dafoe. En No Way Home volvemos a tener un Duende Verde de manual. Dafoe, pese a su limitado metraje, nos regala otra actuación llena de histrionismo, bipolaridad y odio a la araña de Queens con escenas que recuerdan a su ya mítica aparición en la cinta de Raimi del 2002. No han pasado los años por él y parece que ha hibernado con el traje verde del Duende desde entonces. Impresionante.
No quiero ahondar mucho más en la película, aunque ciertamente no podría hacerlo sin incurrir en ningún spoiler. Es, sin duda, toda una experiencia disfrutar de ella en el cine, en este 2021 en el que hemos vuelto a las salas. Un punto y aparte para el personaje con respecto a todo lo que hemos visto de él, y quien sabe si para el UCM. Las escenas post créditos, sobre todo la segunda, auguran un futuro prometedor y lleno aún de cosas por contar para la Casa de las Ideas en las pantallas de los cines.
RUBÉN TOLEDO.-