El comienzo de esta nueva entrega de Spidey, Spiderman Homecoming revela ya sus intenciones: Ser fresca, divertida y molar para que sus fans se lo pasen genial, ya que conjuga y conecta muy bien con el universo de Los Vengadores y, al mismo tiempo, propone un Spidey con una aventura independiente.
Se trata de un Peter Parker adolescente (qué bien está Tom Holland), quien desea que Iron Man/Tony Stark vuelva a reclutarle para una misión, como la vivida en Capitán América Civil War. Pero sus ansias toparán con Adrian Toomes, alias Vulture, un villano inesperado, excelentemente interpretado por Michael Keaton (con una identidad sorpresa, y que incluso nos remitirá a Birdman, de Alejandro González Iñárritu). Además, de encontrarse en la disyuntiva de poder compaginar su personalidad de superhéroe por un lado, con su vida de instituto -sus clases, su primer amor, su complicidad con su mejor amigo y confidente, etc-, por otro.
Juguetona y jocosa hasta decir basta -incluso en la segunda y última escena postcréditos-, sabe cómo sacar la sonrisa al espectador, tanto a los fans de Avengers y de Spidey, como de aquellos nostálgicos de aquellas deliciosas comedias de instituto, tales como las pelis de John Hughes o a algunas de un joven Michael J.Fox, incluso. En su aspecto lúdico y en su sentido del humor desacomplejado este nuevo Spidey halla su mejor baza.
Otro punto fuerte es la acción y la espectacularidad, que se focaliza en un puñado de secuencias -la de Washington, la del ferry y el tramo final, básicamente- consiguiendo el equilibrio adecuado entre cine de superhéroes, comedia teen -con un humor muy de adolescentes, pero sin ser grosero- y sentido del espectáculo. Un fresco y nuevo acercamiento, tras la fallida trilogía de Mark Webb; que nos aproxima un poco más, aunque con un enfoque algo distinto, a la trilogía de Sam Raimi con Tobey Maguire, rindiéndole incluso algún que otro homenaje.
En definitiva, que quizás no es la película de superhéroes más perfecta, pues es un poquito larga y no todos los gags son igual de efectivos. Pero sí que es cierto que Marvel sabe qué quiere su público y cuenta con la complicidad de un director con visión, como Jon Watts, y de unos actores en estado de gracia, especialmente Tom Holland y Michael Keaton, sin olvidarnos de las apariciones estelares de Robert Downey Jr y de Marisa Tomei, que saben poner la guinda al conjunto.
SONIA BARROSO.-
