FUMER FAIT TOSSER
Las películas de Quentin Dupieux son habituales en Sitges. En esta ocasión, la parodia de un grupo de superhéroes algo cutres que luchan contra enormes reptiles está servida. Dupieux le da alma, de nuevo, al humor más absurdo, tras Mandibules.
En las partes de los cuentos de terror saca toda su artillería con diálogos y situaciones tan cínicamente crueles como podrían ser verdaderas en la retorcida mente de cada uno por las que solo queda rendirse y aplaudir. Como si un diablillo les susurrara al oído. Directamente.
Comedia, absurdo, parodia del cine de superhéroes. El cóctel está servido en esta película que aparentemente es un entretenimiento light, pero que contiene mucha mala uva y ya por eso, merece ser vista y disfrutada sin ser la mejor del director galo.
THE STRANGER
The Rover y Animal Kingdom tienen en común con The Stranger que son esos thrillers australianos ásperos y sin concesiones a la galería. Sus personajes son duros, las situaciones, tan o más áridas. En esta ocasión, la historia real del secuestro y asesinato de un menor se concreta en una película densa y no lineal. De esas que absorben al espectador en su espiral gracias al buen trabajo dramático de Sean Harris -qué grande es en estos papeles extraños y sórdidos -, sin olvidarnos del contrapunto que le da el rol de Joel Edgerton.
La realización de su Thomas M.Wright es tan absorbente como intrigante. Hay secuencias dónde se percibe la extrañeza en su atmósfera malsana y en los comportamientos de sus protagonistas. El aire que respiran es denso, casi irrespirable, asfixiante por momentos. Un thriller criminal que no es para todos los paladares, sino para aquellos que buscan sumergirse en los pantanos del alma humana. No es Mud, de Jeff Nichols, ni la primera Temporada de True Detective, aunque la sensación que resulta al verla no difiere tanto con la de dichos thrillers ni los aussies mencionados anteriormente.
THE ORIGIN
La ópera prima de Andrew Cumming destaca por estar ambientada en el Neolítico, donde un grupo de hombres y mujeres tendrán que luchar por su supervivencia frente a la amenaza de un monstruo -o de una presencia salvaje que eso es, como mínimo en apariencia-.
Unos parajes inhóspitos, nocturnos y oscuros, solo iluminados por fuego, una amenaza latente, una batalla frente a lo desconocido de la existencia visten este The Origin.
Una película que ni es un drama ni un film de aventuras ni de terror al uso. Su potente fotografía, una banda sonora inquietante y algunos toques de horror podrían recordarnos a cintas como Bone Tomahawk, de Craig Zahler, sin ser tan impecable el resultado final y siendo más trepidante ésta.
En definitiva, una película sobre la inminente amenaza que representa el ser humano para sí mismo con sus semejantes y la lucha por la subsistencia, que se hace entretenida y atractiva, a la que le falta un cierre más contundente para ser mucho más memorable.
SONIA BARROSO.-