SITGES 2022: BRIAN & CHARLES, OINK Y PRINCESSE DRAGON

BRIAN & CHARLES

¿Qué pasaría si un inventor ermitaño que vive en la campiña inglesa crea un robot que comienza a tomar sus propias decisiones y tiene ansias de viajar y de ser libre? Ésta es la curiosa premisa de Brian & Charles, una de las sorpresas de este primer tramo del festival de Sitges.

Una película sencilla, divertida y sincera que parte de la historia de amistad entre Brian y su robot, Charles Petrescu, para hablarnos del amor en edades maduras y, también, de la amenaza del bullying a través de la figura de un vecino acosador y su familia, quiénes se creen los reyes del pueblo.

Amistad, amor, ansias de libertad y medidas contra el abuso serían los temas principales de esta pequeña gran película británica independiente. Y ojo, que Brian, Charles y Hazel -la vecina soltera de Brian -llegan dispuestos a robarnos el corazón con una trama que combina las sonrisas y las lágrimas para emocionar y descolocar, a partes iguales.

Un diamante en bruto hecho película. Tan excéntrica como imperfecta, pero real como la vida misma.

OINK

Película de animación belga en stop-motion, que trata de una familia con un lechón, que es la mascota de la niña pequeña. Pero el destino del lechoncito puede cambiar cuando el abuelo quiere convertirse en el rey de la salchicha a costa de la mascota familiar.

Tierna y agradable, esta entretenida propuesta familiar tiene algunos toques de humor un tanto escatológicos, que hará las delicias de lo más pequeños de la casa. Asimismo, es muy entretenida y trepidante. Su hora y diez minutos de duración se pasa en un suspiro. Deja una sonrisa en los labios de los espectadores, tanto mayores como criaturas.

PRINCESSE DRAGON

Este film francés de animación es una historia de amistad entre princesas, una humana y otra hija de un dragón, que va más allá de lo que podemos apreciar en la superficie.

Es un canto a la sororidad femenina y contra la opresión por parte de los hombres que gobiernan reinos y también vidas. Una oda a liberarse de las tiranías patriarcales, así como un canto antibelicista y anticapitalista.

Todo ello subyace en unos dibujos de animación tradicional. Y hace bueno lo de «menos es más», pues en una hora y diez minutos arma y desarrolla toda la historia. En definitiva, una historia sobre dos princesas fuertes, valientes y decididas contra el yugo masculino y la tiranía del poder y de las riquezas -que nunca dan la felicidad verdadera-.

SONIA BARROSO.-

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