SCREAM VI: LA MEJOR RENOVACIÓN POSIBLE

(1 votes, average: 4,00 out of 5)
Loading...

Después de cinco entregas y casi treinta años Woodsboro se ha quedado pequeña y la acción se traslada a la Gran Manzana. Más llamadas de teléfono, más persecuciones, más sangre… Scream VI lleva la fórmula al siguiente nivel para destacar entre tanta secuela. Y lo consigue con creces, entregándonos dos horas trepidantes de puro entretenimiento.

Melissa Barrera y Jenna Ortega vuelven a liderar el renovado grupo de jóvenes protagonistas en una película ya sin David Arquette, ni Neve Campbell (por discrepancias salariales), pero que aún cuenta con la fantástica Courteney Cox en su mítico papel de Gale Weathers.

Las hermanas Carpenter se han mudado a Nueva York para dejar atrás los traumáticos eventos ocurridos hace sólo un año, pero evidentemente Ghostface las seguirá allá donde haga falta. Así, tras la habitual escena de apertura de la llamada y el asesinato, con un buen giro al cliché y un cameo estelar de Samara Weaving, se establecen rápidamente los conflictos de los personajes. Sam sigue atrapada en lo que pasó y no deja volar libre a su hermana pequeña, Tara, que opta por reconstruir su vida y seguir adelante. Está claro que el desarrollo de personajes no ha sido nunca la prioridad de la saga, pero es refrescante ver un mínimo esfuerzo en este aspecto, más allá del desenlace típico que puedan tener sus tramas.

La principal virtud de Scream VI, sin embargo, es el acierto en su habitual propuesta meta, que esta vez se centra en el legado. Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett hacen el homenaje perfecto a toda la saga, recuperando personajes, objetos y simbología de todas sus predecesoras en un espectáculo inmejorable para los fans.

Además, esta nueva entrega consigue algo nada menospreciable en una película de terror como lo es el hecho de crear escenas, imágenes o planos icónicos que permanecerán en la mente del espectador mucho después de salir del cine. El imaginario colectivo tiene grabados a fuego momentos como el de Carrie ensangrentada encima del escenario o planos como el de El exorcista, uno de los más famosos en la historia del cine. Y Scream VI (aunque no a un nivel tan alto) consigue precisamente eso, crear secuencias de auténtica tensión y visualmente muy impactantes y atractivas, como cierta escena en el metro neoyorquino.

A estas alturas quien no haya disfrutado de ninguna entrega de Scream está claro que no va a cambiar su opinión repentinamente, pero la nueva pesadilla de Ghostface es ideal para aquellos que aman la saga y un auténtico éxito en su objetivo de renovarla. De hecho, Scream VI es una de las mejores películas de todo el universo creado por Wes Craven. En mi humilde opinión, sólo superada por la original.

MARTÍ ESTEBAN.-

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *