MACDONALD Y CRONENBERG CONVENCEN, ANNABELLE DECEPCIONA

¿Escucháis algo? Si, estáis oyendo que hoy es el día para empezar con una comedia negra que nos viene desde Sundance. Jerry vive en un piso con la única compañía de su perro Bosco y de su gato Mr. Whiskers. Hasta aquí todo normal, ¿verdad? Pues nada más lejos de la realidad. Porque él habla con sus mascotas y ellas…le contestan. Así es The Voices que viene a Sitges tras encandilar en Sundance. A nosotros nos ha gustado, pero nos esperábamos más.

Marjane Satrapi, autora de Persépolis, nos trae un film que navega desde un tono naif y colorido hasta una oscuridad insana de humor macabro. Un cupckake que, en vez de estar relleno de crema de fresas, está repleto de sangre. Y con un cast excelente en el que destaca amén del mejor Ryan Reynolds en mucho tiempo (¿quizá mejor que nunca?) unas excelentes Gemma Arterton, Anna Kendrick y Jackie Weaver. El problema es que a pesar de sus virtudes, la evolución de la historia acaba siendo muy convencional. Es por eso que se agradece ese epílogo antológico, unido a unos títulos de crédito disparatados que se convierten en lo mejor de la propuesta. No os los perdáis. Levantarse de la butaca aquí es pecado capital…

Por la tarde, hemos assistido a la masterclass de un maestro del cine: el supervisor de efectos visuales de ILM, Pablo Hellman. Miembro del jurado de este año, la mano derecha de Steven Spielberg o George Lucas ha desgranado su última creación: La captura por movimiento de las nuevas Tortugas Ninja, en las que el propio Pablo es codirector junto a Jonathan Liebesman. El metódo usado por ILM para recrear los personajes creados por Peter Laird y Kevin Eastman va más allá que el visto hace unos meses en El amanecer del planeta de los Simios, dando un especial énfasis a las micro- aciones de los personajes.

UN MARTES DE ROMANTICISMO APOCALÍPTICO

Si uno hecha un vistazo a los informativos de los últimos dias la huella de la palabra «apocaliptíco» está en cada imagen.  Casualmente, este martes hemos tenido partido doble de peliculas sobre «el fin del mundo». La primera How I live Now es una acercamiento al tema de forma mucho mas metáfórica, luminosa y teen. La otra es más heredera del videoclip como es la un tanto mas oscura (aunque sin renunciar al melodrama) These Final Hours. Pero hoy ha sido el día de Cronenberg y uno de los films que mas dió que hablar en Cannes: Maps to the stars. Siguiendo la estela de Cosmópolis (muy fallida para este cronista), el director de La mosca, vuelve a tal y como declaró en su anterior film «filmar a gente hablando» y filmar y montar la película deprisa. Eso se nota y perjudica bajo mi punto de vista un film descuidado sobre todo en materia de dirección. Sin embargo, el guión es mucho mas interesante y tiene a una Julianne Moore que ganó merecidamente en el certamen francés. Cuando Moore interpreta a la decadente actriz embutida en colágeno y bótox, la pelicula sube como la espuma. Y cuando no baja, aunque nunca a niveles tan pobres como su anterior film, pero lo hace. Lo que si está claro es que la cinta es un soplo de aire fresco para Sitges sin desmarcarnos de algunos de los ingredientes marca de la casa. Tiene tics de gran película pero se conforma con una película interesante. Ya es bastante. Turno de How I live Now. La nueva cinta de Kevin MacDonald llama la atención por motivos obvios. A pesar de ser un film de ciencia ficción y un film de adolescente navega por algunos caminos diferentes a los habituales. Más aún en un certamen con un tono marcado muy afín a su público; sediento de sangre cinematográfica y de oscuridad moral cinéfila. Aquí el realizador de El último rey de Escocia huye de los grandes efectos y las urbes para contarnos un film que recuerda a Hijos de los Hombres, de Alfonso Cuarón pasado por un filtro de Suzanne Collins, pero con matices diferenciadoras de ambas. Y es que como podremos disfrutar de la entrevista que Facesonthebox realizó al cineasta escocés del film, MacDonald quiso hacer un film mainstream sí, pero diferente. Y con referencias que desgranaremos también allí de un plato que, seguro, será de vuestro agrado. Así pues, buen cine adolescente que vuelve a darle un toque de diversificación a la sección oficial.La gran decepción, para un servidor, fue una de las cintas más aclamadas en Venecia: Goodbye Mommy. La cinta austríaca producida por Ulrich Seild empieza con buena factura de forma interesante para estirar su premisa con una pretenciosa pomposidad que termina con 20 minutos insanos para los amantes de gustos más explicítos.  Para muchos, la mejor del festival, pero para este cronista, un film desaprovechado. en las últimas horas de la Tierra. Una factura visual de estética de videoclip intenta darle enfásis a la épica emocional de un film que no encuentra ni progresión ni tono (del melodrama a la zafiedad y tiro por me toca). Para olvidar.

DE GANGSTERS MARSELLESES A COREANOS DIVERTIDOS Y UNA MUÑECA DIABÓLICA.

El cuerpo empieza a desfallecer pero el arsenal de cintas no deja de disparar municion para todos gustos y colores. Empezamos con La French, una de gángsters marselleses para desayunar. Basado en la increíble historia verdadera del denominado Eliot Ness francés de los 70, este thriller está protagonizado por el ganador del Oscar Jean Dujardin, bien acompañado de Gilles Lellouche y Benoît Magimel (sus compañeros de reparto en Pequeñas Mentiras sin Importancia). Un buen reparto para un film ubicado en 1975, que bebe mucho de otros films de gángsters como los de Martin Scorsese o American Gangster, aunque con menos dosis de hemoglobina. Sin llegar a la grandeza de los títulos antes citados, en una entretenida y bien dirigida historia de hampones franceses con un final crítico que sorprenderá. Y los actores, como el protagonista de The artist está magnífico, naturalmente.

Después de un divertíssimo discurso en la presentación del film y de realizar un macro-selfie con el público de todo el Auditori, se ha proyectado la película del surcoreano Hard Day. Nos lo hemos pasado bomba con esta historia imprevisible de intriga y humor negro muy divertido. Solo diremos que va de un policía que vuelve del entierro de su madre y…nada, mejor la véis y así no os destripo nada. Sin ser brillante, es una de las cintas más entretenidas y frescas al inyectar un gran pulso narrativo, una construcción del gag eficaz unido a un argumento sólido lleno de giros y sorpresas para no aburrir. Ojalá todas fueran así. Muchos aplausos se ha ganado al final. No es para menos.Una recepción muy diferente por parte de los asistentes en el pase de prensa es lo que ha ocurrido tras finalizar la sesión de Annabelle. El spin-off de la muñeca de Expediente Warren producida por el propio James Wan y con el debut en la dirección de John Leonetti se ha llevado abucheos, pitidos y gritos de “Fuera” al finalizar la cinta.  Una versión de las herramientas usadas por Wan en Insidious y The Conjuring pero de forma menos atinada y mucho más light; ante un público amante de las emociones fuertes. Y es que aunque tiene sustos a medida que va avanzando el film, éste acaba repitiéndose siendo más un tren de la bruja que un pasaje del terror. Lástima. La muñeca daba para más. Si no que se lo pregunten a los visitantes del Auditori, pues encontrarán la Annabelle original expuesta en una vitrina…De hecho, no sé si podré dormir esta noche tras ver tan diabólico juguete. Hacedlo vosotros que tenéis estar más frescos para leer mi nueva crónica, la de la recta final. ¡Os esperamos!

JOAN BOTER ARJONA.-

Pie de foto: Fotograma de la última cinta de Kevin MacDonald.

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