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Kaplan es la segunda película de Álvaro Brechner, una mezcla de géneros sorprendente, con unos actores en estado de gracia, una fotografía muy cuidada y luminosa, en definitiva, una de las joyas de estas navidades que no os tenéis que dejar perder.
La trama es bastante curiosa: Jacobo Kaplan (Héctor Noguera) es un jubilado judío que no tiene mayor ocurrencia en su aburrida vida de abuelete que, con la ayuda de un gordinflón ex-policia, Contreras (Néstor Guzzini) que ir a dar caza y captura al que dicen que era un nazi.
En este surrealista periplo, Brechner aprovecha para transitar por un montón de géneros y hacer una cinta de lo más entretenida. Kaplan no se inscribe en ningún género en concreto, sino que recorre con acierto la comedia, la buddy movie de dos personajes excéntricos y opuestos, con el melodrama familiar e incluso road movie o alguna sorprendente escena planificada como un western. Todo ello para reflexionar acerca de la vejez, la obsesión personal, las metas que uno se pone en la vida, las heridas de un doloroso pasado, las ilusiones y los fracasos, etc.
Nos ha encantado la manera que el guión va dando giros a una historia que no aburre en ningún momento, sino que se va siguiendo con creciente interés, quizás el final, no sea tan redondo como esperaba, pero sí que es un film que me ha atrapado y que, si la descubrís, os hará pasar una tarde de cine deliciosa.
SONIA BARROSO.-
