EL REY DE ZAMUNDA, LO MISMO CON MENOS GRACIA

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El Rey de Zamunda, disponible en Amazon video, es una secuela, en mi opinión, tardía que pretende recuperar el éxito que tuvo su predecesora sin llegar a conseguirlo. Pocas dudas hay de que en los 80 la comedia tenía un rey y era Eddie Murphy. Limite 48 horas, Entre pillos anda el juego, Superdetective en Hollywood, El chico de oro encumbraron a Eddie Murphy a lo más alto y cuando una película lo tenía a él de protagonista sabías que iba a ser divertida. Fue en 1988 cuando El príncipe de Zamunda sorprendió a propios y extraños y se convirtió casi instantáneamente en un clásico de la comedia gracias al buen hacer de Murphy y su compinche, el también humorista Arsenio Hall. El alarde de personajes que interpretaban Murphy y Hall (desde los barberos hasta Randy Watson) hizo de una película simple en cuanto a su premisa (el príncipe que va en busca de su amor verdadero), un festival de carcajadas y gags que contagiaron a todos (¿quién no ha cogido un micro y ha gritado “¡Chocolate sexy!” dando una patada al suelo?).

Pues la idea de tener una secuela de dicha película a día de hoy era más que buena de no ser porque no ha sabido transmitir esa misma frescura que la original tenía y solo ha sabido reproducir (con menor éxito) aquella fórmula en cuanto a historia y gags. Algunos siguen funcionado (como la barbería) pero el conjunto flojea, en parte por unos actores nuevos que no transmiten apenas nada y solo los más veteranos saben dar empaque a la historia. El propio Murphy sigue brillando, pero más en sus alter egos que en el propio Hakeem convertido ahora en rey de Zamunda. Hall apenas se deja ver tampoco en su papel de Semmi y también son sus otros personajes los que son dignos de mención. Y luego las nuevas incorporaciones como Wesley Snipes (más desatado que nunca), Leslie Jones y Tracy Morgan son los que demuestran sus tablas y dan algunos momentos cómicos. El mayor problema que le he visto ha sido del ritmo en su segunda mitad. Y es que todo lo que acontece en Zamunda es carente de garra más allá de algún gag suelto y no llegas a interesarte por ninguna trama. Todo lo visto es predecible y solo esperar algún cameo mantiene la esperanza de salvar los papeles.

En conclusión, la película quiere vivir de rentas de la nostalgia de la original y sí, consigue esbozar alguna sonrisa recuperando algunos personajes, pero más allá del “ey me acuerdo de este o de este otro” no hay por donde cogerla y acaba hasta haciéndose pesada. Hubiera sido más interesante un spin-off centrado en algunos personajes (como la barbería que merece una película solo para ellos) que reproducir una historia que luego queda diluida en algo anecdótico (la historia del hijo tampoco llega a interesar tanto, más con el desenlace rápido que le dan como si se les acabara el tiempo de metraje). Una oportunidad perdida, en mi opinión.

JOSE ISAAC PELLICER.-

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