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Hace mucho tiempo, en el mágico reino de Kumandra, los humanos y los dragones vivían juntos comiendo perdices (como diríamos por aquí) hasta que los Drunn (unas siniestras criaturas amorfas y con lucecitas) fueron a romper esa paz y los dragones tuvieron que sacrificarse para salvar a la humanidad. Cinco siglos después, esos mismos monstruos han regresado y la humanidad depende de Raya (una guerrera errante cuyo periplo consiste en hallar al último dragón vivo que detenga a los Drunn de una vez por todas).
Ese es el argumento de Raya , la nueva cinta de animación y aventuras de Disney Animation dirigida por Don Hall y Carlos López Estrada. A priori, es la clásica historia universal del bien contra el mal y en parte es así. Pero hay algunos aspectos interesantes que reseñar que pueden pasar desapercibidos pero quiero destacar por encima de todo. Y es que si bien coge un esquema clásico ya conocido, el principal motivo por la que creo que este film funciona sobre ruedas es que es consciente de que va dirigida al público del siglo XXI, con especial predilección a los mas pequeños.
Ese es el primer rasgo de la cinta: la edad de su público. Y es que mientras Pixar u otras producciones de la factoría de Mickey Mouse buscan más la complicidad del público adulto, Raya sabe que su target son los niños. Esa opción no es ni buena mi mala. Simplemente hay que saber hacerlo. Y creo que Raya lo hace bien. Es por eso que a pesar de que nos encontramos con una cinta de aventuras asiáticas y fantasía en un tiempo apocalíptico (algo mas para los teenagers o adultos), el show combina las set pieces de acción con humor cómplice para los mas pequeños y no resulta forzado en absoluto. Su galería de personajes secundarios desde la dragona con voz en VOSE de Akwafina, pasando por el bebé ladrón y su banda de simios, son personajes creados para la comedia blanca marca de la casa. Y como he dicho, en mi opinión, funciona muy bien porque, aunque sigue patrones ya conocidos para ese humor ( los ecos de Aladdin o Mulán son evidentes), el punto de vista es muy distinto. Porque ,obviamente, todo tiene su contexto y ahora los tiempos han cambiado .
Y es que Raya es, quizá, una de las cintas inclusivas que recuerdo en el momento de escribir esta reseña. Porque el film rompe esa idea estereotipada del cine animado de género de las cintas Disney. Aquí como en Mulán, Raya es una guerrera pero con una clara diferencia: aquí su condición de mujer no forma parte del argumento. Tampoco afecta que la dragona Sisu o su némesis Namaari lo sean. Simplemente lo son y eso no desentona lo más mínimo. Y es por eso que uno no puede dejar pensar que en otra época los personajes de esta historia habrían sido masculinos, porque la idea sesgada de que las mujeres no podían protagonizar acción estaba muy arraigada. Y no se engañen. Aun lo está. Pero Raya es una de esas cintas que con un buen hacer empieza a abrir camino para cambiar esa idea rancia y eso es muy buena noticia…
El otro factor es el hecho de que Asia es el mercado de cine más importante del mundo. Ya lo era antes del Óscar de Parásitos, cuando hace unos años las empresas chinas compraron la mayor parte del accionariado de las majors de Hollywood , y cada vez lo será mas. No en vano, las culturas asiáticas son un filón para el cine de evasión como demuestra la mitología de Raya y su inspiración en elementos tan diversos como los diferentes legados del continente asiático. Para ello, solo un par de apuntes: el nombre de Raya significa “celebración” en idioma malayo y se refiere directamente a celebraciones de festividades donde la gente se reúne en torno a la comida típica de la zona. Y con respecto al diseño de la propia Sisu, esta bebe viene directamente del de los dragones de agua de la mitología hinduista propios del sudeste asiático y que están asociados a la vida y a la esperanza. Dos elementos que, quienes vean el film, comprobarán que están muy relacionados con lo que nos cuentan…
Y por último, su mensaje final que durante el proceso de creación se ha visto influenciado por la llegada de la pandemia. Y es que, tal y como han declarado sus creadores en una entrevista a Polygon, su final era distinto, pero se decidió transmitir un mensaje mas positivo de cara a su desenlace (tranquilo, no voy a decir spoilers pero es una de Disney, leñe). Y con esto quiero acabar mi análisis antes de mi opinión personal. Porque el mensaje de la cinta sirve para reforzar valores que necesitamos. Particularmente, en estos momentos en que la película llega a los cines (y a su vez en Disney Plus Premium y en abierto en la plataforma a partir del 4 de junio).
Es por todo esto que la cinta es un blockbuster entretenido y divertido que conjuga elementos de la aventura clásica de toda la vida (desde Indiana Jones hasta el Disney clásico), pero que suena a fresco debido a su mirada actual sin florituras. Y es que, quien busque acción, aventura, mágica y humor para toda la familia con una bonita historia y un buen ritmo, Raya es su cinta. Cumple con estos requisitos y por eso me ha resultado tan agradable de ver.
JOAN BOTER.-
