La dama de Oro, de Simon Curtis, es una película basada en hechos reales. María Altmann (Helen Mirren) es una judía de Viena de familia adinerada la cual, cuando entran los nazis a Austria y promulgan las leyes antisemitas, decide abandonarlo todo y marcharse a Estados Unidos e irse a California donde vive su hermana. Cuando su hermana muere,encuentra unos documentos que certifican  la propiedad de un famoso cuadro de Gustav Klimt El retrato de Adele Block-Bauer, dicho cuadro donde esta en el museo Belvedere y considerado como la Mona Lisa de Austria.

Con la ayuda del abogado Randol Schöenberg (Ryan Reynolds) y con la de Hubertus Czernin (Daniel Brühl), quien les echa una mano con la negociación con el gobierno austriaco para que le devuelvan el cuadro, pero al final tienen que recurrir a la justicia americana.

La cinta intercala este proceso judicial con los flashbacks en los que nos explica la vida de María Altmann desde pequeña cuando empiezan a pintar el cuadro, las fiestas en su piso, la entrada de los alemanes en Viena, etc. 

La acción de la película la lleva Helen Mirren quien, con un guión bien tramado y elaborado, atrapa al espectador y lo sumerge en una historia que cabalga entre presente y pasado. En definitiva, que nos ha parecido una propuesta interesante donde combina con maestría la trama familiar y el drama del expolio y la persecución de los judíos con la intriga pictórica y judicial.

JR PALOMAR.-