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La literatura juvenil se halla plagada de elementos fantásticos y tras la (¿acabada?) estela de Harry Potter ha venido la saga de Rick Riordan con su personaje de Percy Jackson a tomarle el relevo. Bienvenidos a su nueva entrega: Percy Jackson y el mar de los monstruos.
A la inevitable hora de compararla con el joven mago de Hogwarts, ésta carece de la efectividad y la entretenida historia de la saga de JK Rowling.
La historia trata de la rotura de una barrera que protegía el campamento de vacaciones de Percy Jackson. Es entonces cuando Percy y sus amigos tienen que buscar el vellocino de oro de la mitología ( con referencias a la película de Jason y los Argonautas) y así recuperar al árbol que protege al campamento.
Es una película en la que se pueden disfrutar de los efectos en 3D, dado que están bien hechos y no están fuera de contexto.
El villano de la función, el cíclope Polifemo (Robert Maillet), está cogido con pinzas (si no está no pasaría nada). Los actores están bien pero podrían hacer mas. En este sentido, cabe recordar que la protagoniza Logan Lerman, quien destacó en Las ventajas de ser un marginado y en Un invierno en la playa.
La BSO de Andrew Lockington (City of Ember, Viaje al Centro de la Tierra) es correcta, clásica y efectiva cuando aparece. Al guión le falta contenido, es flojo y los pocos chistes que aparecen para darle vida son malos. A pesar de estos handicaps, estamos seguros de que habrá tercera parte.
JR PALOMAR.-
Pie de foto: Cartel de esta segunda entrega.
