Padre no hay más de uno 2 continua dónde se quedó la primera parte y nos sirve en bandeja de plata más de lo mismo, pero sumando nuevos y divertidos personajes, y algún que otro cameo de famosos con mucha chispa. Loles León entra en escena para meterse en la piel de una suegra que de extremista pasa de típica a atípica. Esto sólo lo entenderéis cuando veáis la película. Básicamente hace el papel en el que lleva encorsetada muchos años… y que borda. Lo cortés no quita lo valiente.

El guión sigue girando alrededor de la figura de Santiago Segura, que encarna a un padre un pelin cafre y altamente creativo, que no escatima en planes absurdos para llevar a su familia por los caminos correctos, o más correctos o correctos con curvas peligrosas… Como cada uno quiera verlo. El protagonista disfruta de su nuevo estatus de padre líder y administrador del chat del colegio al comienzo del film, pero una noticia inesperada hará que se tambaleen los cimientos del perfecto mundo que había logrado construirse por un momento. Así es la paternidad, no hay que dar nada por hecho, que luego viene la vida a darte sorpresas.

Entre sus cuatro hijas e hijo hay para todos los gustos de papeles arquetípicos: la fiera, el niño que rebota contra las paredes, la esclava de su imagen y las apariencias, la empollona, la artista temperamental… todos encarnados por niños actores que hacen lo que pueden, pero que no llegan a dar credibilidad a sus personajes. Eso sí, están la mar de graciosos. Y expresiones faciales no les faltan, aunque a veces abusen de la misma en varias tomas.

Si eres padre, o hijo, es imposible que no haya al menos una situación con la que no te identifique o te suene mucho, aunque llevaba al extremo y al absurdo. Precisamente, eso es lo que hace que te partas de risa con algunos chistes, aunque otros te dejen con cara de póker. Es lo malo de encadenar gags cómicos uno detrás de otro. No todos dan en la diana.

Aunque hay que admitir que la fórmula es acertada. En los que no me reía yo oía a otros espectadores mondarse alegremente.

En definitiva, es una película de humor para todos los públicos, aunque la recomendación es a partir de ocho años, ideal para pasar un buen rato y echarse unas risas este verano. Se estrena el 29 de julio.

DÁCIL MUÑOZ.-