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NUEVAS MIRADAS AL CINE BIOGRÁFICO
septiembre 17, 2013 Especiales

Parece que nuestra cartelera cinematográfica quiere reencontrarse en estos últimos tiempos con el género cinematográfico del biopic que estuvo un poco más asentado en las pantallas en los primeros tiempos del cine. Este mes de septiembre en España se estrenan un par de películas que quieren dar aire fresco a las historias reales de grandes hombres. Me refiero a Jobs de Joshua Michael Stern basada en la vida de Steve Jobs, el genio tecnológico y Rush de Ron Howard basada en la rivalidad entre Niki Lauda y James Hunt en la pista de F1.

Aprovechando que hay una fiebre por este tipo de largometrajes en este momento, voy a recordar tres filmes que se estrenaron en la primera década de este siglo y que abrieron tres caminos diferentes en el género biográfico. Así, tenemos tres miradas nuevas para estudiar en profundidad, tres miradas que han dado a la pantalla grande una nueva forma de contar. Esta revolución que crearon estas tres obras en años diferentes no sólo tiene base visual sino que mezcla guión, imagen y ambiente a partes iguales. Lo que puede llamarse como “cine biográfico maduro” y es a partir de este momento como lo vamos a definir.

 

QUILLS, DE PHILIP KAUFMAN

 

Este trabajo (tal vez la mirada más espiritual e inquieta de este trío de películas y una de las primeras grandes producciones de este siglo) muestra la figura del enigmático Marques de Sade (Geoffrey Rush) que encarna la genialidad, el sexo y la locura todo ello enlazado con un toque de misterio. Nos cambia nuestra manera de pensar bajo el ambiente claustrofóbico y oscuro de su historia que huye del abecedario hollywoodiense para dar un paso de gigante bajo la batuta del cine germano y francés.

El antagonista del universo del marques de Sade es Madeleine ‘Maddy’ Leclerc (Kate Winslet) que deambula entre el oscurantismo de la mente de Sade y la pasión desbordada que muestra por la joven. Pero es más que una historia romántica con un final inesperado y trágico. Es un recorrido amplio por el genio, a veces figura desconocida, del marques de Sade que sin duda es la mejor obra para comprender y darnos una noción amplia sobre este personaje de la historia universal.

Si hay que poner una definición a las películas que siguen a la estética de Quills respondiendo a una mirada cinematográfica es que muestra la decadencia espiritual progresiva de su héroe, que se contagia al espectador.

El mundo del cine por esta razón que acabo de exponer recuerda a Quills como un experimento enriquecedor porque esta película te da algo nuevo cada vez que la visualizas… Así aprendes de su imagen, de su guión y de su espiritualidad como algo que permanece en el mundo de la imagen en movimiento.

 

VERÓNICA GUERIN, DE JOEL SCHUMACHER

 

Veronica Guerin es el ejemplo más claro, en la primera década de nuestro siglo, de película biográfica sobre una heroína que lucha contra las injusticias sociales de una forma justa pero que no deja de ser una amenaza para cierto sector de las mafias irlandesas de los últimos años del siglo XX. La cinta que refleja los estatus sociales de la vida actual pone a cada uno de los personajes en donde le corresponde.

Según van pasando los minutos en la película nos enamoramos del carácter luchador de esta mujer interpretada por una combativa Cate Blanchett que quiere cambiar un mundo corrupto escribiendo artículos muy valientes que llegan a sus lectores como una dinamita apunto de estallar en el gobierno de su país. Ahora una década y media después del asesinato de esta periodista, en Irlanda, su país natal, aún la recuerda como una persona que quiso combatir la corrupción y erradicar leyes injustas arraigadas en el inconsciente colectiva.

Veronica Guerin es una película de “mirada justiciera”, donde la protagonista y sólo la protagonista tiene la llave para que nosotros creamos su verdad envuelta en escabrosos sucesos pero en paralelo a su vida privada, dando una visión al espectador de dos espejos donde la justicia dentro de su casa debiera ser igual a la justicia metafórica que ella se imagina para el mundo en el que vive.

Por esto nos puede dar una visión amplia de lo que es vivir sabiendo ejercer la justicia que nos lleva a ver la realidad incómoda en la que vivimos.

 

W, DE OLIVER STONE

 

Ahora estamos ante una de las grandes películas biográficas de este siglo y tal vez la mejor película de su director desde los últimos diez años. De esta manera, W. nos enseña la subida al paraíso (metafóricamente) de George W. Bush y la caída después en picado. El director, sin embargo, trata a su héroe cómicamente con algunas situaciones que hacen que ese mandatario sea como una viñeta de un cómic. Así a W. se le ve en su ignorancia e idiotez ante un mundo en continua crisis.

La mirada de esta película resulta muy novedosa. Lo que llamaríamos “mirada imperial”. George W. Bush llegó a ser un hombre que consiguió lo que quería ser en su vida (según esta obra)… Tal vez para la gran mayoría del público esto sea una pequeñez pero el personaje persigue el poder (que es algo que lo retrata muy bien la película) para tener reconocimiento mundial y no para hacer del mundo un lugar mejor por ello tiene un matiz y un destino nefasto. Al final vemos a un W. (Josh Brolin) fracasado y agotado mentalmente que espera y se esconde de su juicio final.

El riesgo de esta historia, que por otro lado, es sobresaliente es que lo que nos cuenta todavía es contemporáneo y no puede huir de la realidad porque hoy en día esa realidad ya es conocida, por eso el director revisa con lupa cada gesto, disgusto y locura que tuvo George W. Bush en su mandato y en su vida antes de llegar a ser presidente de los EEUU.

Cuando se estrenó hubo diversidad de opiniones pero es muy interesante porque ofrece una valentía que puede ser un punto y aparte para la historia del cine.

Estos tres ejemplos de biografías cinematográficas pueden llegar a tener una fuerza especial para las presentes y futuras miradas de este género tan rico que ha sabido crecer desde el cine mudo hasta el 3D. Por eso las he sacado de la memoria porque creo que de vez en cuando hay que mirar hacia atrás para ver de qué manera hemos crecido y en qué lugar estamos. 

 

JORGE GIRBAU BUSTOS.-

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