NEO-NOIR ULTRAVIOLENTO Y ESTILIZADO

Nicolas Winding-Refn, director danés que había realizado algunas obras como Pusher o Vallhalla Rising, irrumpió por la puerta grande convirtiéndose en un autor de culto en 2011 con Drive. Esta película sobre un especialista en conducción, que se las tenía que ver con unos matones de tres al cuarto para salvar a su amada (Carey Mulligan) y al hijo de ésta se interpretó como una versión moderna del caballero andante que salva a la princesa.

Una versión que no escatimaba en explosiones de violencia, aderezada con toques de romanticismo (sólo hay que ver la ya mítica escena del beso y la posterior paliza en un ascensor), todo ello combinado con una banda sonora muy potente, obra de Cliff Martínez, y de una fotografía impresionantes.

No en vano, Winding-Refn se convertiría en un director de culto, el rey del neo-noir contemporáneo, por la temática de su película, su estilización de la violencia y su cuidada puesta en escena y ambientación. Asimismo, nos descubría unos personajes que miraban y callaban más que decían. El reino del silencio y del lento trascurrir de los acontecimientos se rompía con la violencia más extrema y seca. Además de poner de moda toda una indumentaria y una pose: la mítica cazadora dorada del escorpión, e incluso ser considerado fashion llevar el palillo en boca como lo hacía Gosling en el film.

Ahora en su nueva obra, Sólo Dios Perdona (Only God Forgives), Refn vuelve a repetir su universo temático y estilístico, aunque con menos fortuna. Pues todo ello es llevado al extremo: música, fotografía y estética portentosa al servicio de un vacío existencial y vital. Un puñado de frases, varias peleas violentas y dos personajes para el recuerdo, el de la madre e hijo traficantes,  Ryan Gosling (de nuevo) y, muy especialmente, el magnético y oscuro rol de Kristin Scott-Thomas, como la jefa suprema. Ambos con un estilismo mucho más elegante que los personajes de Drive. Incluso son tan cool que las peleas las hacen en traje.

Veremos si en su próxima película, Refn continua por las sendas ultraviolentas y estilizadas marca de la casa.

SONIA BARROSO.-

 

 

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *