MORTAL KOMBAT: LA NOSTALGIA SIGUE

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Eran los años 90, salía del instituto con hambre de merienda y con hambre de ir a los recreativos a exprimir al máximo esos 20 minutos de descanso. Varias máquinas de carreras de motos, de coches y de shooters (“de tiros” las llamábamos en nuestra feliz ignorancia) se encontraban nada más entrar junto con la responsable del local, cigarrillo en mano y cara de pocos amigos. Deambulando entre ellas, buscando cuál Santo Grial una máquina que quedara libre, me encontré con Mortal Kombat y un señor de 17 años en chándal, que me sonaba que estaba solo un curso encima mío (yo con 14), aporreando el mando y los botones a algo parecido a un Street Fighter 2, pero bastante distinto en dos aspectos: los gráficos eran “casi” fotorrealistas (para la época) y el grado de violencia era brutal, hasta el punto que aquel experto “gamer”, que llamarían ahora, se quejaba de que no le salía el “fatality”, un ataque final que al más puro estilo gore aniquilaba al enemigo final.

Pues bien, el impacto de ese videojuego en la cultura popular fue tal que enseguida se alzó como uno de los productos más populares, hasta el punto de crear dos bandos entre los jugadores: los que eran “más del Street Fighter” y los que eran “más de Mortal Kombat”. Y como ocurrió con el otro videojuego que en 1994 tuvo una “gloriosa” adaptación en cine de la mano del también glorioso Jean-Claude Van Damme, en 1995 apareció una adaptación de Mortal Kombat en cine en la que la banda sonora techno y unas coreografías más que notables de artes marciales tapaban un guión igual de ridículo que el anterior caso (puede que no tanto incluso, aunque Cristopher Lambert sí hacia el ridículo por pasarse de serio, cosa que Van Damme disfrutaba de lo lindo en un papel que en ningún momento se tomaba en serio) y que acabó siendo una cinta de culto entre los fans que aún a día de hoy se le tiene un cierto cariño.

Y como sabemos que la nostalgia por los 90 sigue con fuerza, a nadie le extrañó que tarde o temprano recuperaran ese proyecto y lo adaptaran a los estilos actuales de acción, con una calificación R que de bien seguro, visto en los trailers, nos dará los famosos “fatalities” del juego en todo su esplendor. Dirigida por un novel como Simon McQuoid, con un elenco desconocido en su mayoría (a excepción de Joe Taslim y de Hiroyuki Sanada), se acaba de estrenar de la mano de Warner con un presupuesto más holgado. ¿El resultado? Pues efectivamente lo que se esperaba: una película con buenas escenas de acción, buenas coreografías de lucha, violencia y sangre y una historia que no da más de sí que para ir pasando de una lucha a otra. Este Mortal Kombat no pasará a la historia del cine (como no lo hizo su predecesora), pero sí es la película que muchos (y me incluyo) necesitábamos en un momento como éste, una diversión, un entretenimiento que busca el gozo del público y que lo consigue. Puede ser un inicio de una saga o quedarse en un simple reboot puntual y a otra cosa, pero de vez en cuando se agradecen productos así después de tanto drama social. You wins!!

JOSE ISAAC PELLICER.-

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