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MEMENTO EN LA TERCERA EDAD
marzo 5, 2016 Articulos

ACHRISTAtom Egoyan es un director muy personal cuyas películas no dejan a uno indiferente. Éste es el caso de Remeber, su último thriller, un angustioso viaje hacia el dolor, el pasado y las heridas aún abiertas del nazismo. Christopher Plummer realiza una portentosa interpretación como Zev Gutman, un viejito que acaba de perder a su mujer y que, después del entierro de ésta, recibe un complicado encargo de Max Rosenbaum, un compañero judío de la residencia geriátrica. Se trata de ir a buscar a un hombre llamado Rydy Kulander, el sicario de su familia, para ajustar cuentas con su terrible pasado.

Zev emprenderá una extraña road-movie en solitario, que le llevará por medio América e incluso Canadá, en busca de este carnicero. Zev tiene una peculiaridad, no recuerda muy bien lo sucedido y tiene lapsos de memoria, a causa de la demencia senil. Como si fuera el protagonista del Memento, de Christopher Nolan, pero en la tercera edad, también Zev se anota cosas para recordar en su brazo. El espectador nota que le sube la tensión con cada descubrimiento, con cada uno de los «posibles» Rudy Kulander con los que se cruza en su camino.

Con una puesta en escena austera y minimalista y sin grandes efectos, más que la interpretación de Plummer y algunos giros de guión inesperados -atentos a las explosiones de violencia verbal en dos de los momentos claves de la cinta-, Egoyan consigue un prodigioso thriller dramático. El director plantea temas como la identidad, pérdida de memoria, fragilidad de la vida, heridas reabiertas y atrocidades del nazismo versus el judaismo. Muy recomendable, pues es una película inteligente, que consigue atrapar al espectador, sin grandes efectos, y que funciona de principio a fin, dosificando su dramatismo e intriga, con una precisión de relojería que desarma.

SONIA BARROSO.-

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