MATERNIDAD: DEL DESCUIDO MATERNAL AL SOCIAL

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Pude ver recientemente una de las pocas incorporaciones niponas que llegan a Netflix; Maternidad o Mother en su título original. Se trata del último film de Tatsushi Ohmori del cuál he tenido la oportunidad de ver dos de sus cuatro anteriores trabajos, todas ellos muy desconocidos. The Ravine of goodbye, del 2013, es quizás la que tenga más puntos en común a este último film. Siendo historias completamente diferentes convergen en un guión bien trabajado y buenas actuaciones pero estropeado por un director que no sabe llevarlo a buen puerto. En el sentido de que no satisface al público emocionalmente, es un constante y ascendente desagradado hacia la protagonista y, si esto fuera una novedad,  todavía se entendería, pero es que deja demasiado claro sus intenciones desde primer momento, aunque uno mantiene la esperanza de que todo revierta y al final acabe pagando las consecuencias, cosa que apenas atisbamos hasta el final y no llega a convencer.

En Maternidad se centra en una madre que tiene absolutamente descuidado a un niño de unos 8 años. Se mete en todo tipo de embrollos y seduce a hombres para eludir su responsabilidad como madre y no trabajar.

En varios momentos de la película, la protagonista dice textualmente “yo soy su madre y lo crío como me dé la gana”. Este es el punto en el que el director y guionistas enfoca su historia, tirando por los suelos la labor de los trabajadores sociales, tildándolos de inútiles e ineficientes. Quizás lo sean, pero es que en este film todo gira en torno a una serie de personajes ineptos, que no son capaces de poner fin a un hecho que tiene “fácil” solución; quitarle la custodia de sus hijos a una persona enferma, violenta, posesiva y manipuladora. Y digo “fácil” porque si no se ha podido debido a la burocracia de dicho país, el otro problema es el poco empeño por llevarlo a cabo. No se entiende que una trabajadora social vea lo ve y no actúe firmemente en consecuencia. Se utiliza una historia tan falsa en la realidad que ese “basado en hechos reales” habría que mirarlo con lupa y siempre como un caso muy fuera de lo común.

En fin, decepcionado en gran parte, pero si tiene algo positivo este film es que te mantiene expectante sus dos horas de duración cosa que, en mi opinión, hoy día, no es moco de pavo.

JUANAN TORMO (IKISABI).-

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