MARÍA REINA DE ESCOCIA: EL PODER DE UNA REINA

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Las luchas de poder por la corona, los enfrentamientos entre soberanas, el libre albedrío versus las «cadenas» que someten a una reina al trono y las conspiraciones políticas y religiosas siempre son elementos atractivos para cualquier producción histórica que se precie. María, Reina de Escocia, de Josie Rourke, cuenta con todo ello para hacer de este film una crónica histórica fílmica interesante. La historia de la rivalidad entre María Estuardo, Reina de Escocia y su prima, Elisabeth I, Reina de Inglaterra durante el siglo XVI se convierte en una sucesión de intrigas palaciegas que acaban por agotar al espectador, que termina por desconectar. O, al menos, es lo que me sucedió a mí en algunos momentos.

La trama acierta en el retrato de María Estuardo, gracias a la brillante composición de Saoirse Ronan, presentada como una reina católica, joven, atractiva, valiente y ambiciosa que luchará con todas sus fuerzas para ser reconocida como reina legítima de Inglaterra, derechos que, en teoría, le correspondían tanto por sangre como por nacimiento. Aunque la historia le tenía deparado un destino muy distinto al que se quiso forjar. Como contraposición, encontramos al personaje de Elisabeth I, una convincente Margot Robbie, una reina protestante obligada a vivir y a comportarse como un hombre para mantenerse en el trono. No en vano, el cara a cara entre ambas mujeres es uno de los puntos fuertes de la película, en el que se pone de manifiesto el carácter y la marcada personalidad de cada una de ambas soberanas.

María, Reina de Escocia es una película que aboga por el plano íntimo y las intrigas palaciegas y «de alcoba» y acaba por no ahondar en los aspectos político-religiosos, imaginamos que en un intento por allanar la historia y hacerla accesible a un mayor número de espectadores. Así pues, la película se pierde entre personajes secundarios que no tienen demasiado interés y continuas conspiraciones. Aunque, cualquier intento por dar más entidad a la trama palidece ante el retrato en primer plano de María Estuardo, -incluso Elisabeth I queda demasiado relegada a un plano secundario-.

Nominada a tres Baftas -mejor actriz de reparto para Margot Robbie, mejor maquillaje y peluquería y mejor diseño de vestuario-, María, Reina de Escocia se queda en una lujosa, pero irregular crónica histórica, vista desde una óptica femenina y feminista. Aunque pensamos que podría haber resultado más inspiradora si se hubiera centrado únicamente en la relación de poder/hermandad/rivalidad entre ambas reinas, ya que ahí es dónde reside todo el potencial de la historia.

SONIA BARROSO.-

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