MANIAC GANA EL PREMIO A LA MEJOR PELÍCULA…

Desde el 3 hasta el 10 de mayo se ha celebrado en Bilbao la 19 edición del festival fantástico FANT. Este año la gran sorpresa lo ha dado el prestigioso director surcoreano Park Chan-wook al venir a la capital vizcaína para promocionar su última película, Stoker. El preestreno de Stoker, la primera película americana del realizador de cintas de culto como Oldboy se encargó de inaugurar el festival. Como era de esperar las entradas se agotaron inmediatamente, ya que, el preestreno de Stoker causó gran revuelo entre los seguidores de Park Chan-wook. En el 2008 se pudo ver su I’m a Cyborg, but That’s OK (2006), pero en aquella ocasión la película del surcoreano no causó tanto furor, ya que, se había estrenado anteriormente en Berlín y en Sitges, y a Bilbao llegó con un año de retraso. Un festival como FANT no puede competir con el de Sitges, pero está claro que los organizadores no se conforman a ser simples espectadores. Quieren hacer historia y el preestreno de Stoker puede ser un punto de inflexión en la trayectoria de este humilde certamen.

A parte de traer a la ciudad al aclamado cineasta Park Chan-wook, este año FANT ha acogido tres estrenos, dos a nivel estatal, y la tercera a nivel europeo. Las tres producciones se podrán verse en Madrid dentro de unas semanas en el festival Nocturna que empieza su andadura este mismo año. El año pasado hubo un solo estreno, pero se trataba de un estreno a nivel mundial, el thriller psicológico Devoured del estadounidense Greg Olliver, autor entre otros del documental Lemmy sobre el líder de la mítica banda Motörhead, que se pudo ver por primera vez en Bilbao y el certamen contó con la presencia del director de origen texano y la actriz madrileña Marta Milans. Como he dicho anteriormente, este año han sido tres los estrenos que ha acogido FANT: Home Sweet Home, Otro verano y In the House of Flies.

TRES ESTRENOS

Home Sweet Home (2013) es el segundo trabajo del francés David Morley y es una cinta entretenida, aunque la trama sea convencional y simple. Algunos opinan que es mala, pero en mi opinión, aunque no sea nada del otro mundo, creo que cumple bien con su cometido que es la de entretener al espectador. Aunque no sea nada original mantiene la intriga hasta el final, y con eso me es suficiente. Es sobre un psicópata enmascarado y metódico que entra a casas ajenas mientras los anfitriones no están. Y les prepara una fiesta sorpresa. El argumento es bien sencillo: Sara y Frank vuelven a casa y como su hijo está con la abuela tienen toda la casa para ellos solos. Será una noche inolvidable, pero no será como ellos se lo esperan.

Otro verano (2012), la ópera prima del madrileño Jorge Arenillas, ha sido la gran sorpresa de esta edición. Es una propuesta diferente, por ello, es posible que los más acérrimos seguidores del género la hayan despreciado, pero me parece que es una interesante e intrigante película. No hay nada de violencia, ni escenas de gore, es un atípico y pausado thriller psicológico, que puede recordar levemente a películas como la fascinante Gozu, de Takashi Miike. Cano y Sara están de vacaciones, pero un día la chica desaparecerá sin dejar rastro. El autor intentará esclarecer lo sucedido a base de flashbacks. Es una sencilla y humilde obra hecha con pocos medios, pero el resultado es realmente bueno.

Y la tercera, In the House of Flies (2012), del canadiense Gabriel Carrer, es de las peores películas que se han podido ver este año. Deja mucho que desear. El guión es bastante flojo y, por ello, el resultado final es decepcionante. Me temo que la historia de un psicópata que secuestra parejas para luego torturarlos con juegos absurdos no convencerá a nadie (es una burda imitación de la exitosa saga Saw). Y lo peor no es que el guión sea horrible, sino que el moralismo que rezuma la historia resulta ridículo. Está claro que los organizadores deben ofrecer algo nuevo para que el festival tenga una razón de ser. Pero está claro que los estrenos del FANT no pueden competir con otros certámenes más prestigiosos como la de Sitges.

MANIAC Y ANTIVIRAL

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Maniac es una propuesta fascinante sobre un psicópata (Elijah Wood) con complejo de Edipo.

Por ello, no es de extrañar que el jurado compuesto por Koldo Serra, David Martos y Maru Valdivielso haya decidido otorgarle a Maniac (Franck Khalfoun, 2012) el máximo galardón. Lo más destacado de la sección oficial ha sido la ganadora Maniac y Antiviral de Brandon Cronenberg, ambas estrenadas en Sitges el año pasado. Maniac, escrita y producida por Alexandre Aja, es brutal, potente, espectacular, y es extremadamente violenta. Aunque no sea nada original, la historia atrapa al espectador desde la primera escena, ya que, la cinta está realizada con suma maestría. Al principio parece que se trata de una película como Drive (Nicolas Winding Refn, 2011), puesto que, la atmósfera y la música te envuelven de una manera asombrosa. Al igual que Drive resulta fascinante. El relato del psicópata interpretado por Elijah Wood, quien por cierto, hace el mismo papel que en la magistral Sin City logra impactar de una manera bestial. La utilización del plano subjetivo está muy bien lograda, y así podemos meternos en las carnes del protagonista. El psicópata mata a mujeres hermosas porque no ha superado aun el complejo de Edipo y no es capaz de relacionarse con mujeres con normalidad. Su madre no le quería y, por ello, tiene traumas que todavía no ha podido superar. Se venga de todas esas mujeres, porque todas le recuerdan a la zorra de su madre.

Antiviral (2012) es el debut en el largometraje de Brandon Cronenberg. La cinta que fue premiada en Sitges ha generado división de opiniones; para algunos la trama es demasiado confusa y, a fin de cuentas, resulta aburrida. Para otros, es un sugerente thriller que posee escenas realmente sobrecogedoras. El autor critica el consumismo a través de este intrigante thriller de ciencia ficción, donde los consumidores son simples marionetas en manos del sistema capitalista. Son unos adictos y consumen todo lo que les ofrece el mercado, ya sean, enfermedades, sangre o carne de los famosos. Inquietante película que nos invita a repensar la cuestión de la libertad en el siglo XXI gracias a la figura de Syd March, el protagonista de esta desconcertante historia. No hay un desenlace claro y, por lo tanto, muchas de las preguntas quedan sin respuesta. Este tipo de cine se asemeja al cine europeo contemporáneo; Cronenberg al igual que Michael Haneke nos incomoda haciéndonos preguntas sobre nuestra condición humana.

BEÑAT EIZAGIRRE INDO.-

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