MAÑANA EMPIEZA TODO: LA PATERNIDAD ES UNA FIESTA

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Omar Sy se ha especializado en un tipo de roles, en los que exprime su faceta de cómico y que acaban derivando hacia el drama, y los ha explotado al máximo en títulos como Intocable, Samba, ambas de Éric Toledano y Olivier Nakache, y la más reciente, la que ahora se estrena, Mañana empieza todo, de Hugo Gélin, remake de un film mejicano de 2014 exitoso llamado No se admiten devoluciones, de Eugene Debrez.

Mañana empieza todo sigue la misma premisa e historia que la original, cambiando escenarios, Méjico y EEUU por Francia e Inglaterra, en este caso. Samuel (Omar Sy) es un mujeriego que vive irresponsablemente hasta que un día aparece Kristin (Clémence Poésy) y le deja a su bebé, diciéndole que es el padre y se marcha a Londres. En un intento por encontrarla, Samuel viaja a Londres con la bebé de 3 meses y allí tendrá que comenzar una nueva vida, ayudado por Bernie (Antoine Bertrand), un productor de cine francés gay afincado en la city, que se convertira en su amigo y protector.La niña va creciendo entre mentiras hasta que a los 8 años su madre vuelve a entrar en sus vidas…Y hasta aquí podemos explicaros.

¿Qué es lo mejor del film?

Los actores, en especial dos de ellos, Omar Sy, quien vuelve a demostrar con convicción que es un gran cómico, capaz de abordar las escenas más dramáticas; y Antoine Bertrand, un secundario robasescenas, con dotes para la comedia.

¿Qué es lo peor?

Que para hablarnos de la paternidad responsable y plantearnos cuestiones sobre si es progenitor el biológico o aquel que asume la crianza de un niño, además de abordar temas universales como la familia y la búsqueda de la felicidad y la magia en cada instante, lo hace de manera emocionalmente comprometida. Es decir, que la historia busca las emociones «prefabricadas» y la lágrima fácil del espectador poco exigente.

En definitiva, una comedia dramática light familiar, bastante entretenida (¡todo hay qué decirlo!), que supera al título original, pero que tampoco sabe deslibrarse del lastre emocional que contiene.

SONIA BARROSO.-

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