LOVING: AMARSE Y FORMAR UNA FAMILIA

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Cuando consituye un delito quererse y casarse por el amor que una pareja siente, la Justicia ha de intervenir y cambiar las cosas para arreglar el curso de la Historia. Esto es precisamente lo que narra Loving, la última película de Jeff Nichols, que ha adquirido prestigio con films como Take Shelter, Mud y Midnight Special.

La fuerza del film radica, por una parte, en explicar una historia basada en hecho reales sobre un matrimonio formado por Mildred y Richard Loving, cuyos sueños eran el de muchas otras parejas que se amaban: Formar una familia y tener una casa propia en la tierra que les vio nacer y crecer. La única diferencia respecto otras parejas era el color de su piel: Ella era negra y él, blanco, se amaban, esperaba un hijo y se casaron y eso en el Estado de Virginia de 1958 constituía delito penado con la prisión o con el exilio forzoso y abandono de su hogar hacia otro Estado durante un cuarto de siglo.

Por otra parte, el film narra con sencillez, como dos seres que se aman afrontan su cotidianidad para conseguir seguir juntos, salir adelante formando una familia, siempre siguiendo vinculados a su hogar de origen, a sus raíces. Estos dos seres son Mildred, una joven de color, hacendosa, decidida, fuerte y voluntariosa, que nunca se riende y siempre tiene fe y esperanza en que se arreglarán las cosas; y Richard, un joven obrero de la construcción, rudo, trabajador y de pocas palabras cuya única ambición es cuidar de su mujer y procurar el bienestar de su familia. Ruth Negga y Joel Edgerton se enfrentan a estos dos personajes reales desde la humildad y consiguen transmitir una verdad y una autenticidad pocas veces vista en pantalla. Es realmente admirable lo que llegan a transmitir al espectador con un simple gesto o una sola mirada que intercambian. A mí particularmente es lo más que me desarmó más de esta película, que también tiene el valor de relatar sin prisas pero sin pausa, la lucha por los Derechos Civiles de dos seres quienes, con la fuerza de su amor como bandera y casi sin pretenderlo, pusieron en jaque a Estados Unidos, sentando un precedente en la Historia del país. Asimismo, la aparición de Michael Shannon como un fotógrafo de la revista Life me pareció de lo más acertada para acabar de comprender las motivaciones y convicciones de ambos personajes.

Lo que diferencia a Loving de cualquier melodrama judicial o película de denuncia es que Jeff Nichols afronta la historia de esta lucha desde la intimidad del hogar, de la familia y de esta pareja, y desde sus acciones cotidianas. Y que pone en evidencia el mensaje de que sólo el amor, la lucha diaria por sacar adelante la familia y el trabajo constante son las únicas fuentes de lograr lo que uno se proponga en la vida.

SONIA BARROSO.-

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