LOS TIPOS MALOS: CORRUPCIÓN EN LOS ÁNGELES

Los Tipos Malos es la «molonidad» convertida en película de animación. Al más puro estilo de Ocean´s Eleven. Así se presentan cada uno de los miembros de una banda de atracadores apodada Los Tipos Malos -igual que la película y los cómics en que se basa-. Tras esta cinéfila presentación, una adrenalínica secuencia de acción como arranque. Una secuencia trepidante que poco tiene que envidiar a cualquier película de Michael Mann o de Michael Bay.

Con este cóctel de entrada, Los Tipos malos, la nueva aventura de DreamWorks, es un film de acción y robos al más puro estilo de El Golpe y con toques a lo Corrupción en Miami o Misión Imposible, aunque ambientada en un Los Ángeles. Un L.A. plagado de galas benéficas glamourosas, benefactores más o menos bondadosos y atracadores de medio pelo y/o directamente sofisticados y de guante blanco. Atención a la secuencia ambientada en la primera gala benéfica, que es todo un despliegue de diversión y frescura a raudales-

Personajes poliédricos -ojito avizor a la gobernadora Diana, que no es quién parece ser-, a la benefactora cobaya y a este escuadrón de cinco atracadores. Con un ritmo endiablado, que no decae en ningún momento y unos giros de guión bastante inesperados, especialmente en la segunda mitad, estos tipos malos nos dejan con ganas de más aventuras.

Quizás la historia no sea del todo original, cierto, aunque sí lo sería su planteamiento y las arriesgadas vueltas de campana que da la trama, que son pura diversión, cinefilia y entretenimiento. Otra gran baza es el carisma que arrojan la mayoría de sus personajes, en especial Lobo y Serpiente, así como una protagonista femenina muy cool y polivalente, como la Zarpa Escarlata.

Además, más allá de ser un film destinado a público infantil, no nos podemos olvidar de los homenajes y guiños cinéfilos, que también harán las delicias de los más mayores, convirtiendo a Los Tipos malos en una rocambolesca aventura de acción y de atracos, en la que las bestias no son tan peligrosas como parecen o como las prejuzgamos por su naturaleza depredadora, sino que nos deparan alguna que otra sorpresa.

Luchando contra su naturaleza y su destino, Lobo, Serpiente, Tiburón, Tarántula y Piraña nos arrancarán alguna que otra sonrisa, sufriremos con ellos y nos importarán sus historias hasta el punto de empatizar con los periplos de la banda. Una trepidante aventura animada, que hará las delicias de pequeños y adultos, y que dejará con la miel en los labios y con ganas de una nueva entrega, basada en la popular serie de cómics de Aaron Blabey. Muy recomendable.

SONIA BARROSO.-