LA PÉRDIDA DE LA INOCENCIA CINÉFILA

Este año se cumplen 25 años del estreno de una película que es una carta «en mayúsculas» de amor al cine. Cinema Paradiso, de Giuseppe Tornatore, se ha convertido, a tiempo vista, en un clásico de la historia del séptimo arte. La historia de Salvatore, conocido como Totó en un pueblo de la Sicilia más profunda y costumbrista, y su entrañable amistad con Alfredo, el proyeccionista de Cinema Paradiso, la popular sala de exhibición del lugar, sigue teniendo plena vigencia en la actualidad.

Entre posters de Casablanca, El Ángel Azul y fotogramas de Gilda, La terra tembla, de Visconti y miles de rollos de celuloide se desarrolla una historia de amistad, de familia, de amor y de añoranzas, como las de toda la vida: Con sus sonrisas y sus lágrimas, con alegrías y tristezas, que son el sentir de todo un pueblo enamorado del cine, de ese cine que nos ha hecho soñar y emocionarnos, que nos ha divertido y evadido de la realidad a millones de generaciones desde que el cine se hizo cine.

Por ello, uno comprueba, al volver a revisar este clásico, ganador de múltiples premios (Oscar a la mejor película extranjera incluido) que es una pena que se cierren salas de cine que han alimentado nuestros sueños, que la era digital conlleva avances, pero también la pérdida de nuestra inocencia y de aquel pasado nostálgico, poblado de sueños, mitos y leyendas del séptimo arte.

Así pues, celebramos que A Contracorriente se haya decidido a reestrenar hoy en más de 100 salas de toda España este Cinema Paradiso tan emocionante como imperecedero.

SONIA BARROSO.-

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