LA PEOR PERSONA DEL MUNDO: MAGNÍFICA MIRADA A LA MUJER DEL SIGLO XXI

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La peor persona del mundo es una película dirigida por el noruego Joachim Trier que parecería estar escrita y dirigida por una mujer. La forma de afrontar las inquietudes del universo femenino en el SXXI o los lastres y clichés que se arrastran desde hace siglos se han enfocado desde una sensibilidad y una perspectiva tan femínea que es una satisfacción encontrarse con este tipo de cintas.

Julie es una joven que no tiene demasiado claro su futuro y qué quiere hacer con él. Vive a golpe de impulso, disfruta de la vida y de su libertad. Experimenta en su vida académica y en su vida amorosa. Julie viajará hacia su futuro a través de sus decisiones. Pero si una cosa es Julie es que es sincera consigo misma aunque eso la convierta en la peor persona del mundo.

Trier nos presenta a un personaje protagonista del que es imposible no caer prendado a pesar de sus errores y a pesar de sus injusticias, porque Trier consigue que respiremos como Julie, que entendamos a Julie, que empaticemos con ella. Pero también consigue que lo hagamos con todos los personajes, por así decirlo, “amables” de la cinta y que sepamos poner en el lugar que les corresponde a aquellos que no lo son tanto sin dramatismos innecesarios.

¿Es La peor persona del mundo una comedia romántica? Para mí no lo ha sido, tampoco un drama y aunque podría encajarse como tal, ni siquiera una coming of age de libro. Puede que sea todo esto junto y que esté tan bien hilado que el simple devenir de los acontecimientos nos haga dejarnos llevar de tal forma que no sea necesario encasillarla en nada en concreto.

Renate Reinsve da vida a Julie y lo hace de una forma orgánica, sincera y natural, completamente creíble, supura talento. Es esa mujer que podríamos tener de vecina, compañera de trabajo o sentada a nuestro lado en el bus. Una excelente interpretación que no necesita de escenas con excesos para darnos a entender que lo que estamos viendo podría ser real. Lo que se sufre, se sufre; lo que se ríe, se ríe. El resto del elenco está a la altura aunque lo cierto es que Renate acapara las miradas. Y si esto ocurre es porque a su guión no le encontramos costuras quizás hasta la última escena que hace que la historia no cierre de forma completamente redonda, y aunque no decepciona ni desprestigia el metraje anteriormente disfrutado, da rabia. Y es así porque todo el guión es ágil, inteligente, locuaz, sensible, cercano, profundo…

En cuanto a la dirección de la película Joachim Trier hace un ejercicio nada desdeñable, si no todo lo contrario, con dos escenas absolutamente maravillosas que me atrevería a decir son de lo mejor que nos ha dado el cine estrenado en 2021, (aunque aquí se estrene en el 2022), tanto por su ejecución como por su concepto y su originalidad y por todo lo que transmite con estos ingredientes. Por supuesto el resto de la cinta, sin llegar al nivel de estas escenas, se mantiene en un grado bastante bueno.

Y tampoco puedo evitar nombrar la escena de la entrevista en televisión de uno de los protagonistas, por divertida, por actual y por  desternillante dentro del caos formado.

Una película más que recomendable que, a pesar de todas las menciones, nominaciones y premios recibidos, merece la atención del público y mucho mayor reconocimiento del que hasta el momento está recibiendo. De esas a la que volveré sin duda alguna porque Joachim y Renate han conseguido que un poquito de Julie se haya quedado conmigo, quizás porque todos en algún momento de nuestras vidas, hombres y mujeres, hemos tenido sus dudas y hemos seguido o hemos querido seguir sus impulsos.

VANESA LORENZO VIVAS.-

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