Menú
LA MOMIA: PRIMER TROPIEZO DEL DARK UNIVERSE
junio 15, 2017 Articulos

Allá por los años 30, Universal se identificó claramente con un género: El terror. Más aún, con el cine de monstruos que venían de la literatura como Drácula y Frankenstein. Otros eran creaciones realizadas a partir de leyendas como El Hombre Lobo y La Momia. Ya en la década de 1960, la productora británica Hammer Films retomó las figuras de aquellas monstruos en nuevas versiones. En el caso concreto de la Momia realizaron cuatro películas: La Momia (1959), La maldición de la momia (1964), El sudario de la momia(1966) y Sangre en la tumba de la momia (1971). En la década de 1990, Universal Studios produjo La momia (1999). La película tiene dos secuelas:  El regreso de la momia (2001) y La momia: la tumba del emperador Dragón (2007) y el  spin off  El Rey Escorpión (2002) , que cuenta a su vez con diversas secuelas.

De esas últimas producciones dirigidas por Stephen Sommers, tanto La Momia como El regreso de la momia tuvieron éxito. Aquello provocó que Sommers se atreviera a reunir a casi todo ese elenco de monstruos de la Universal en una sola película: Van Helsing (2004). No resultó como se esperaba ni tampoco los vanos intentos de resucitar a otros monstruos como El hombre lobo (2010) y Drácula, la leyenda jamás contada (2014). Tampoco otros estudios tuvieron éxito en películas como La Liga de los Hombres Extraordinarios (2003),Yo Frankenstein (2014) y Victor Frankenstein (2015).

Ahora en 2017, Universal pretende crear un universo nuevo, como un sello propio del estudio al estilo del que tiene Warner con DC y Disney con Marvel. Y es lo que han llamado Dark Universe, siendo una apuesta un tanto arriesgada dado el desgaste que estos monstruos ya han sufrido en pantalla a lo largo de la historia del cine. Y parte como primera película La Momia, partiendo de la premisa de una antigua momia que era una hechicera, como la Hammer hizo en Sangre en la tumba de la momia (1971) y Mike Newel en El Despertar (1980). Para dirigirla han contado con Alex Kurtzman, director poco experimentado aunque guionista y productor de blockbusters como The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro y Transformers. En el guión ha contando con la ayuda de David Koepp, guionista entre otras de  Mission: Impossible (1996), Parque Jurásico (1993)y Spider-Man (2002) y de Christopher McQuarrie, que incluso ganó un Oscar al mejor guión en 1995 por Sospechos habituales. Y para rematarla todo, una gran estrella como Tom Cruise. En un principio parece reunir todos los elementos para que funcionase.

Cruise interpreta al sargento Nick Morton, un soldado estadounidense que busca un tesoro en Irak, quien, junto a la  arqueóloga Dra. Jenny Halsey (Annabelle Wallis), se encuentra con la antigua tumba egipcia de Ahmanet (Sofía Boutella). Un pacto con Seth, dios de la guerra y del caos, en un intento de ganar poder. A Cruise no se le puede negar entusiasmo. Pero más allá de eso y su presencia, su personaje no da más de sí. No encaja. No es un héroe, no se sabe si es ingenuo o estúpido, si es valiente o torpe o quizás, y probablemente lo más seguro, que todos juegan con él de la manera que quieren. Y eso provoca que su personaje nos sea indiferente. No ayuda que su compañera de aventuras, Annabelle Wallis, sea sosísima, ni que el amiguete sea solo otro compañero más torpe que incluso pero sin apenas gracia ni aún saliendo ‘maldito’. Eso sí, Sophie Boutella está estupenda y encaja casi a la perfección como esa momia hechicera, que quizás es la que tendría que haber sido para Escuadrón Suicida. Por otra parte está Russel Crowe, quien da vida al doctor Henry Jekyll, un personaje que no entra dentro de aquellos monstruos de Universal (aconsejable ver esa estupenda peli que hizo Spencer Tracy en los años 30) y que como la dualidad de su propio personaje da una de cal y otra de arena.

Kurtzman intenta girar la trama alrededor de su estrella, Tom Cruise, más que hacerlo con su amenaza Boutella y en vez de equilibrar ambos protagonismos, realiza más una película al estilo Misión Imposible donde se ejecutan secuencias fijas y nada transitorias que no dan tiempo a crear la atmósfera necesaria para recrear la película. Su comienzo es prometedor, eso hay que reconocerlo ya que es donde se presenta el origen de la momia y desemboca en una secuencia de acción digna de los videojuegos de Uncharted. Después desemboca en ciertas ideas tontas (la momia enterrada en mercurio), imágenes impresionantes pero que no tiene la fuerza suficiente en la película (la cara gigantesca en la tormenta de arena que evoca a aquella de La momia de 1999) y un desarrollo que solo encadena y que pierde el sentido de la aventura. Aunque por supuesto tiene acción:  edificios que se caen , tormenta de arena, bandadas de pájaros, un avión que se estrella, etc y por supuesto Tom Cruise corriendo, eso que no falte.  ¿Puede ser eso último suficiente para una película de estas características? Probablemente para el espectador medio si, para la crítica no y para Universal como punto de partida de su Dark Universe es una incógnita. Y es que La Momia  puede haber enterrado ese Dark Universe casi al poco de comenzar. Toca esperar.

JAVIER LEIVA.-

Deja un comentario
*