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El amor es extraño, de Ira Sachs, es una comedia dramática que se pudo ver en la reciente edición del Festival de San Sebastián, entre otros certámenes. La película trata de la relación de una pareja gay y está protagonizada por dos secundarios «maduretes» y de envergadura en Hollywood, Alfred Molina y John Lithgow.
John interpreta a un pintor retirado por su enfermedad, bastante «loca» y bohemio y al que le gusta visitar museos, ir teatro y tener ligues esporádicos; mientras que el rol que interpreta Alfred es el de un profesor de música de una escuela católica y que da también clases particulares. Siendo ellos una de las primeras bodas gay del estado y el obispado se entera y es expulsado. Asimismo, tiene problemas con la casa donde viven y también se deteriora su relación por diversas circumstancias, lo que les lleva a vivir separados.
Así pues, la cinta trata, en clave de comedia dramática, sobre el puritanismo, la doble moral americana y la falta del derecho a la intimidad, temas todos ellos puestos en la palestra al hacerse pública la homosexualidad de uno de los dos protagonistas. En la película también hay dos tramas secundarias, del amor entre una pareja madura heterosexual (en que destaca Marisa Tomei) y el descubrimiento del amor y el romance por parte de un joven.
Lo mejor de la propuesta son, desde mi punto de vista, Alfred Molina y John Lithgow. El guión y la banda sonora me han parecido demasiado blancos y edulcodos, un tanto «noños», porqué no decirlo, para tratar el tema gay y sus vivencias frente a la separación.
JOSÉ RAMÓN PALOMAR.-
