LA CIUDAD PERDIDA: AVENTURAS Y ROMANCE LIGHT

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Desde finales de los 80 y hasta mediados de los 90´s surgieron una serie de películas que reformulaban el sentido de la aventura, con parejas que, además de buscar tesoros o vivir mil y una peripecias  legendarias en escenarios más o menos selváticos y exóticos, tenían una química no sólo romántica, sino que explotaban la vena más humorística. Tras el corazón verde, La joya del Nilo. Joe contra el volcán y Hechizo en la ruta maya son algunos de los títulos que podrían incluirse. La ciudad perdida, la nueva película con la que Sandra Bullock parece que da un alto a su carrera como actriz-aunque en ésta también ejerce labores de productora-se sitúa en esta línea de películas al aunar la comedia romántica -de la cuál ella fue una de las reinas con títulos como Mientras Dormías, Miss Agente especial y Las fuerzas de la naturaleza, por poner tres ejemplos-con el film de aventuras.

En este caso, la trama gira alrededor de Loretta Sage, una escritora de novelas románticas, recluida en su torre de marfil desde que falleció su marido. Los libros son su refugio hasta que, en la presentación de su nueva entrega de una popular saga de novelas rosas con toques aventuras, es secuestrada por una banda liderada por un multimillonario y excéntrico empresario inglés con los rasgos de un  megalómano Daniel Radcliff. El protagonista de sus novelas en la gira de presentación de la misma, un apuesto, aunque algo descerebrado y musculoso modelo de portadas, interpretado por Channing Tatum se verá en la tesitura de rescatarla, aunque para ello cuente con la ayuda de un antiguo entrenador suyo, formado en los Navy Sails, Brad Pitt.

Es curioso que sea en las pocas escenas en que Pitt aparece en las que eleva el ritmo y la diversión de la función, con un rol muy suculento, un Pitt de innegable atractivo y carisma, que se convierte en el auténtico roba-escenas y centro de atención de la película. Un film en que los secundarios comen bastante la partida -en sus breves apariciones- a la simpática pareja protagonista, una avispada Sandra Bullock y más «patoso» Channing Tatum que, a pesar de darlo todo en pro del romance y de la acción, no acaban de tener la química suficiente en una entrega de aventuras demasiado light a la que se le echa en falta un tipo de humor con más mala uva, e incluso uno que potencie aquellos aspectos más sexys y sugerentes de la trama.

Los continuos esfuerzos de Bullock y Tatum por agradar y divertir al público con sus peripecias chocan con un guión demasiado plano y previsible, un poco de cartón piedra. Incluso, desde mi punto de vista, no se le ha sacado todo el jugo que prometía a esa parte más paródica e hilarante que podría derivarse de que la protagonista es la autora de novelas femeninas o rosas plagadas de frases de manual excesivamente edulcoradas y empalagosas. Aun así, no se le puede negar el hecho de saber cómo enganchar y entretener al espectador en su butaca las casi dos horas que dura la película. Buen aroma a aventuras y romance, al que se le echa en falta otra clase de sentido del humor menos blanco para que hubiera resultado, aparte de distraída, una película de aventuras apasionante, como sí lo consiguió ser Jungle Cruise. 

SONIA BARROSO.-

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