KEVIN MACDONALD, UN ESCOCÉS EN LA CORTE DEL REY HOLLYWOOD

Kevin MacDonald es el encanto personificado. El director de How I Live Now es de esas personas con la que hablarías horas y hora sin parar. Se nos hizo corta la media hora exhaustiva que tuvimos el placer de hablar gracias a la cortesía del director y, lógicamente, a la del equipo de Filmax, cuyo trato a la prensa solo merece nuestra gratitud. Además de hablar de la cinta que presentó en Sitges -que se estrenó hace casi un año en Estados Unidos y que el viernes 10 de octubre ha llegado a España-, el director nos contó su proyecto presente (un film de submarinos con Jude Law); su futuro proyecto en el que vuelve al documental; y algunas de las experiencias anteriores de una carrera cargada de títulos en el que destaca El último rey de Escocia. Empezamos con How I Live Now.  

¿Cómo llegó la novela en que se basa el film a sus manos?

Pues me lo mandó un amigo y recuerdo que me dijo «este es un libro de adolescentes, pero es precioso y tienes que leerlo». Lo leí pero sabia que había otro director que quería adaptar la novela. Así que no tenia ni idea de que yo acabaría haciendo esta película. Pero años después me vino un productor y me preguntó si la había leído. Le contesté que sí y que me había gustado mucho. Y paso así. Creo que es un guión muy bien escrito y muy original.

¿Es la cinta una metáfora sobre la adolescencia? No sé si es una metáfora, pero si es sobre la experiencia de la adolescencia. Así podía ver como una metáfora porque toda la historia trata sobre su conflicto interno, de la guerra que ella vive por dentro. Pero también podrías verla como una película de ciencia-ficción realista. 

Sorprende esos créditos iniciales con esa música rock que destila tanta rebeldía… Supongo que el personaje central de Daisy es una persona que está intentando encontrar su sitio en el mundo. No se siente querida. Se siente incapaz de dar amor. Piensa que todo el mundo es horrible porque podemos decir que ella se odia a si misma. Por eso, la música que ella escucha al principio de la historia es la música que expresa ese sentimiento: Música rebelde, casi enfadada, punk…Pero eso es sólo la primera canción, en los créditos iniciales. En el resto, es la música del campo, el folk inglés, que intenta retratar la magia de la campiña inglesa. La magia que la va a curar…  

¿Cómo fue trabajar con Saoirse Ronan? Me sentí muy privilegiado. Creo que es la mejor actriz/actor que he trabajado nunca en cuanto su talento innato. Es inexplicable que tenga tanto talento en una persona tan joven. ¡Entiende la psicología humana tan bien! Y tiene unos matices a la hora de interpretar todas las formas técnicas que es admirable.

¿Cómo fue rodar en esos exteriores maravillosos? Pensé que era muy interesante. Una de las cosas que me atrajo a la hora de hacer esta película era la forma de ver el Apocalipsis en el campo. Habrás visto escenarios apocalípticos en muchas películas, sobre todo en los últimos diez años. Pero normalmente están ambientados en Nueva york, en el Golden Gate (San Francisco) o en alguna ciudad en cualquier otra parte del mundo. Y yo pensé…¿Qué pasaría si el Apocalipsis ocurriera en ese lugar pero tu estuvieras en el campo, en un sitio precioso? Se apagaría la TV, ves el humo en la distancia, oyes un avión y un helicóptero. Solo ves esas señales a lo lejos. Me parece una idea interesante.

Dicen que en un rodaje nunca hay que trabajar ni con niños ni animales. Pero en este film hay las dos cosas. ¿Cómo fue la experiencia de rodar con ambos?

Fue una alegría poder trabajar con niños porque aportan muchísima libertad. Y como a mi me gusta improvisar cuando trabajo… Creo que fue bastante agradable tener esa anarquía que aportan los niños. A veces, era como si los lunáticos estuvieran tomando el control del centro psiquiátrico. Me gustaba mucho su anarquía. Trabajar con animales fue mas difícil. La primera semana de rodaje teníamos un animal distinto cada día. Teníamos una cabra que no hacia caso a nadie, un halcón, vacas, etc. Y una rana que no sale en el montaje final…También tuvimos patos muertos y muchos otros animales. Bueno, y sí, un unicornio (risas).

En el film, una de las formas en la que se manifiesta el Apocalipsis es la polución en el agua. ¿Qué opinión le merece la contaminación efectuada por el ser humano?  

Creo que es el tema principal que tenemos que abordar. La idea del agua contaminada no esta en la novela. Se me ocurrió a mí. Pensé que era un escenario horroroso que en un campo tan bonito (que en el principio de la película esta lleno de alegría, que los chicos nadan en el agua y el agua es parte de lo que ha curado esta chica) todo eso que era curativo, ahora esta destruido. Se ha convertido en algo ignominioso. Así que desde mi punto de vista, creo que era un elemento muy fuerte de la película.

Y en la próxima entrega Kevin MacDonald critica a Hollywood, habla de su filmografía anterior y la futura. ¡No os la perdáis!

JOAN BOTER ARJONA.-

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