IN ORDER OF DISAPPEARANCE GANA EN EL FANTBILBAO

El festival de cine fantástico de Bilbao, el Fant, ha premiado a In Order of Disappearance (Kraftidioten) de Hans Petter Moland como mejor película de esta edición. Creo que la mayoría de los espectadores estarán de acuerdo con la decisión que han tomado los integrantes del jurado Aina Clotet, Carlos Marañón y Dominique Pinon, puesto que se trata de una excelente película que parodia la figura del mafioso de manera jocosa. Estamos acostumbrados a ver en la gran pantalla las convenciones y tradiciones que caracterizan a los diferentes grupos mafiosos, y en esta ocasión el cineasta noruego ha querido reírse del mafioso hasta convertirlo en una figura patética e irrisoria. Las conversaciones al más puro estilo de Tarantino no tienen desperdicio y reflejan los prejuicios que tienen los escandinavos hacia los habitantes de los países del sur. Por otro lado, el autor intenta mostrar el lado más afable de estos criminales y los amantes del cine yakuza de Takeshi Kitano saben perfectamente que los momentos más cotidianos de cualquier mafioso pueden ser incluso más apasionantes que las espectaculares escenas de violencia y de acción. También cabría señalar la relevancia que tienen los malentendidos en esta historia tan disparatada, ya que, los problemas que trae consigo la falta de comunicación incrementarán inevitablemente la cantidad de cadáveres. Sencillamente, genial.

Este año los programadores no han conseguido traer a invitados tan ilustres como Park Chan-wook (quién para sorpresa de propios y extraños visitó la villa hace dos años para presentar Stoker), pero siguen trabajando duro para que el festival se convierta en un punto de encuentro para los amantes del género de todo el territorio nacional. Como muestra en la sección oficial de esta edición se han estrenado en primicia 5 películas que no se habían visto anteriormente en España (dos más que en el año 2013). Está claro que se trata de una cantidad considerable, y si la tendencia se mantiene como hasta ahora se prevé que habrá más estrenos en los próximos años y ello va a repercutir de manera positiva en la repercusión mediática del FANT.

El certamen bilbaíno quiere convertirse en una cita ineludible para todos aquellos cinéfilos y profesionales que adoran el género de terror y fantasía. A continuación pasaré a comentar estas cinco prèmieres.

CINCO INTERESANTES PREMIÈRES

El cineasta ruso Pavel  Khvaleev ha presentado su segundo largometraje titulado III (2015) en la sección oficial. Se trata de una fantástica historia sobre dos hermanas que acaban de perder a su madre a causa de una enfermedad infecciosa que amenaza a todos los habitantes del lugar y que harán todo lo posible por evitar el trágico desenlace que les aguarda el destino. Viven en un pequeño y apartado pueblo que parece que esté maldito y por desgracia, el joven cura no puede hacer nada para consolar a unos lugareños que se sienten completamente desamparados ante la invisible amenaza que les acecha. Como el cristianismo no les puede ofrecer ninguna garantía de salvación, el cura decide encomendarse a la sabiduría de los chamanes e intentará por todos los medios sanar a Mirra, una de las hermanas que ha caído enferma. Lo que es innegable es que visualmente es muy poderosa y los paisajes que se nos muestran aunque sean oscuros transmiten una belleza arrebatadora de ensueño. Sin embargo, el desarrollo del argumento es bastante flojo, y en general, la película no tiene mucha sustancia. La historia, que está basada en el guión de la esposa del realizador Aleksandra Khvaleeva, es confusa y por ello, el relato pierde toda su fuerza y rotundidad mientras va desplegándose a lo largo del metraje.

De Poel (The Pool, 2014) es una producción de los Países Bajos obra del director Chris W. Mitchell. La ópera prima del realizador es una propuesta realmente interesante, puesto que, además de presentarnos una entretenida historia mantiene en vilo al espectador en todo momento. El argumento va de de dos familias que deciden ir de excursión al bosque y que deciden acampar junto a un estanque. Tienen todo lo necesario para que puedan disfrutar de unas buenas vacaciones, pero la armonía con la naturaleza se tornará poco a poco en pesadilla. El estanque está llena de espíritus de muchachas jóvenes que fueron asesinadas acusadas por brujería en el pasado y ese lugar que está maldito hará enloquecer a todos los visitantes. Irán perdiendo poco a poco la razón sin que apenas se den cuenta de lo que está sucediendo. Lo bueno es que el ritmo pausado que caracteriza a la película hace que podamos degustar cada escena con detenimiento. Los protagonistas tienen algunas rencillas entre ellos (dos hermanos que se llevan fatal y el mejor amigo del protagonista ha traicionado la confianza de éste acostándose con su esposa), y el canto de las sirenas (o de las brujas, que en este caso es lo mismo) desencadenará terribles sucesos que acarrearán graves consecuencias para todos los presentes. Resumiendo, la historia engancha y deja un buen sabor de boca.

Clinger (2015) es el debut en el largometraje del joven director estadounidense Michael R. Steves. Es una divertida y ligera parodia que trata de reírse del primer amor. En los últimos años se han puesto de moda las comedias de zombies como Invasión zombie (Cockneys vs Zombies, 2012), ganadora del premio del público en la Semana de Terror de San Sebastián, pero en este caso se trata de una comedia de fantasmas. O de un fantasma, para ser más preciso. Teniendo en cuenta que el presupuesto de la misma ha sido escaso, el resultado es relativamente bueno, aunque está claro que no va a convertirse en un clásico. La historia se centra en los adolescentes, Fern y Robert, que van a experimentar por primera vez el amor romántico. Robert está totalmente colado por la chica desde hace mucho tiempo, y está convencido de que su amor va a durar para siempre, puesto que, vive para ella. Fern, no obstante, es una chica inteligente y sensata y sabe que no es bueno tener demasiadas expectativas porque el amor puede desvanecerse cuando uno menos se lo espera. Cree que no hace falta perder la cabeza para poder amar a alguien; podríamos añadir que la prudencia nunca está de más. Además, su objetivo principal es entrar al MIT y para ello necesita mejorar su tiempo en atletismo. Fern ve que su novio está obsesionándose demasiado con la relación y decide que debe cortar con él antes de que sea demasiado tarde. Lo que sucede a continuación es que el chico morirá decapitado en una escena que tiene mucha guasa porque es patéticamente ridículo y desde ese momento se convertirá en un fantasma muy pesado que seguirá desempeñando fielmente el papel de novio como si nada hubiera cambiado. El tono de la película es desenfadado, y por lo tanto, no se le puede tomar demasiado en serio.

La producción canadiense The Drownsman (2014), dirigida por Chad Archibald, es una historia de un asesino en serie que a pesar de estar muerto sigue empeñado en matar a atractivas jovencitas. La única novedad que puede aportar esta prescindible cinta es que en esta ocasión el espíritu del malvado asesino permanece entre los vivos y por ende, puede seguir haciendo lo que más le gustaba cuando todavía estaba vivo: ahogar a bellas mujeres. Por consiguiente, el autor trata de mezclar el cine de los serial-killer con el de los fantasmas, pero el resultado es convencional, y no logra apasionar. La tensión está asegurada, pero no es una película que vaya a permanecer durante mucho tiempo en la memoria de los espectadores. Es entretenida, pero no va a lograr superar el paso del tiempo.

The Hoarder (Matt Winn, 2015) es una entretenida historia de terror que mantendrá el espectador en vilo hasta el final. El argumento es sencillo, ya que, trata sobre unas personas que se han quedado encerradas en un almacén donde los estadounidenses suelen guardar sus cosas y tendrán que vérselas con una cosa que no sé sabe exactamente lo que es. Pero aunque sea sencillo, no deja de ser efectivo, puesto que, la obra cumple perfectamente con su cometido, que es la de mantener la tensión en todo momento.   

Por otro lado, Fant también ha acogido el estreno europeo de The House on Pine Street (2015), que fue la encargada de inaugurar esta edición. Los hermanos Aaron y Austin Keeling, recién graduados en la escuela de cine de Kansas han dirigido esta interesante ópera prima de terror psicológico que trata sobre una casa encantada. La cinta es interesante y logra mantener la tensión hasta el final (aunque se hace demasiado larga y reiterativa) porque el espectador no podrá saber con certeza si la casa está realmente encantada o si la mujer protagonista, Jennifer, está loca de atar. Los autores juegan al despiste con el espectador, ya que, algunas veces queda bastante claro que hay fantasmas en la casa (el niño de la amiga de la pareja también los ha visto), pero los fantasmas nunca hacen acto de presencia cuando el marido se encuentra en casa. Resumiendo, se trata de una buena cinta que logra su cometido, ya que, aparte de entretener mantiene al público en permanente tensión y expectante. 

Lo más interesante, sin embargo, es la reflexión que suscita la película. De hecho, si la abordamos desde una perspectiva sociológica ofrece claves para poder entender las relaciones familiares actuales. Jennifer está embarazada de su primer hijo y como está aterrorizada se comporta como una histérica. Por este motivo, su marido Luke decide que lo mejor que pueden hacer es mudarse a la ciudad de Kansas donde vive la madre de ésta con el fin de que ella pueda descansar en un entorno más tranquilo y favorable, lejos de la ciudad de Chicago donde vivían hasta ahora. No obstante, la protagonista no podrá tomarse las cosas con más calma, ya que, la casa está encantada, o al menos, eso es lo que cree ella. Su marido y la madre de ésta no creen ni una palabra de lo que dice ella, puesto que, piensan que está exagerando. Las mujeres llevan engendrando niños desde que surgió nuestra especie, y según sus seres queridos su actitud es realmente egoísta y desconsiderada. Está comportándose de una manera que no es la adecuada para una mujer que pronto va a ser madre.

En vez de comportarse como una inmadura debería empezar a asumir su nuevo rol de madre, porque ser madre es lo que toda mujer desea. Se dice que la maternidad es lo más bonito del mundo. Sin embargo, según todos los indicios Jennifer hace todo lo posible, incluso autolesionarse, para que ese niño nazca muerto. Al parecer no quiere que el niño cambie su vida. Por el contrario, Luke está encantado con la idea de ser padre y por ello es incapaz de ver los fantasmas que tienen aterrorizada a su pobre esposa.

Cuando los conflictos familiares estallan muchos suelen señalar a las mujeres como culpables de la situación, ya que, antes la maternidad no se consideraba para nada problemática, era lo más natural del mundo y nadie lo cuestionaba en lo más mínimo; no obstante, hoy en día las ideas o las representaciones que tenemos de la maternidad, e incluso el amor romántico, son motivo de irresolubles conflictos que acaban con la armonía de la casa (nunca mejor dicho).

BEÑAT EIZAGIRRE INDO.-

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