HORROR LOVERS SESSION: WOUNDS+ELI

Esta semana en Netflix, los horror lovers están de enhorabuena, pues pueden hacer una sesión doble bastante efectiva, aunque un tanto irregular. Se trata de Wounds, de Babak Anwari Natham, y de Eli, de Ciarán Foy. Más qie por los directores, las películas destacan por sus respectivos repartos. En la primero, los protagonistas son Armie Hammer, Dakota Johnson (pareja antes de protagonizar el remake de Rebeca) y Zazie Beetz (Deadpoool 2, Joker). En la segunda, Kelly Reily y Lily Taylor, junto a la joven promesa Charlie Shotwell.

Wounds se inscribe en la corriente del thriller dramático de base real que, progresivamente va derivando hacia la paranoia y el horror más surrealista y desconcertante. No llega a niveles de Mother, de Aronofsky, ni se le acerca, aunque termina con algunas escenas perturbadoras y de mal rollo para el recuerdo. Armie Hammer abandona sus roles de hombre pijo y con clase para interpretar a un camarero de bar normal y corriente que vive con una chica, interpretada por Dakota Johnson, que un buen día es testigo de una pelea en su bar entre uno de los clientes habituales y «parroquianos» del local y otros, grabada por unos «millenials» que, además, se dejan el móvil en el bar. El protagonista se llevará el móvil a casa y empezará a recibir mensajes y grabaciones de lo más extrañas y perturbadoras, por las cuáles empezará a entrar en contacto con fuerzas y poderes superiores.

Y hasta aquí podemos explicar para no desvelar aspectos relevantes de la trama. La tercera protagonista en discordia está encarnada por Zazie Beetz, y es la mejor amiga del protagonista. La trama, de base real, se va complicando conforme avanza la historia, basada en la novela de The Visible Filth, de Nathan Ballingrud y adaptada por el propio director del film, hasta llegar a un tramo final completamente delirante, grotesco y sumamente extraño que puede sacar o enganchar al espectador, a partes iguales por inesperado.

Eli se adhiere al subgénero de thrillers médicos combinado con subtrama de casas encantadas para explicarnos la historia de un niño descontento y disconforme con su vida, cuya existencia se verá alterada por la presencia de un doctor que intentará curarle sus desórdenes psicológicos. La película no deja ni un momento de respiro al espectador, siendo su mayor baza ser un film bastante entretenido y más efectista que efectivo, ya que la trama flojea y es irregular en muchos aspectos, especialmente debido a la fragilidad de un guión que tampoco es demasiado original, todo sea dicho.

La parte final, al igual que sucedía con Wounds es sumamente distorsionadora y logrará que el espectador salga o se quede en la película. La amarás o la odiarás. Eli es un juguete de género que no admite medias tintas. Una de las mayores bazas es su reparto de actrices ya consagradas en el género, como Kelly Reilly y Lily Taylor, acompañadas por jóvenes talentos como Charlie Shotwell (Captain Fantastic) y Sadie Sink (Stranger Things).

SONIA BARROSO.-

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *