HALLOWEEN KILLS, EIGHT FOR SILVER Y LIMBO EN SITGES 2021

Halloween kills, aunque fuera de competición, era uno de los platos fuertes este año en Sitges. Parece que dividirá a cierto público por ser un episodio intermedio entre lo que desde el inicio se ha dicho que sería una trilogía dirigida por David Gordon Green. Y como siempre ocurre, el de en medio recibe los golpes. Efectivamente, la película es un “in pass” entre la primera entrega y la que será el cierre ¿final? a la historia entre esos dos entrañables hermanitos que se quieren/odian/pelean/matan que son Laurie y Michael y, como tal, deja de lado, en ocasiones, a un personaje para centrarse más en otro. Esto es lo que ocurre con Laurie, nuestra querida Jamie Lee Curtis, que aquí queda relegada a un segundo plano y aparece solo en momentos puntuales, dando mas cancha a su hija y nieta. Pero, sobre todo, el que sale ganando es Michael. En esta entrega tenemos mas The shape que nunca, con momentos que casi parece John Wick (vale, no tanto, pero se luce) y con las muertes típicas marca de la casa (algunas incluso desternillantes por tontas). También aparecen, tal vez con mayor acierto o no según el público, los supervivientes de la matanza original de Haddonfield, conectando también con la idea de que, no solo es un tema Michael-Laurie, sino que todo el pueblo se ha visto afectado y marcado por esa matanza. Aquí hay un cierto alegato (la parte que se le ponen más pegas) al miedo y a la histeria colectiva (a modo de crítica a la actual sociedad, lo cual me parece bien, pero entiendo que pueda lastrar el concepto de película para algunos) y ese alegato aleja un poco la atención de los dos hermanos protagonistas. El final, Cliffhanger incluido, se encarrila hacia dónde va a ir la última entrega y que, para el que escribe, no puede ser más que emocionante pensar en una trilogía cerrada (espero) donde se actualiza para las nuevas generaciones un icono como Michael Myers.

Eight for silver, dentro de la sección oficial a competición, ha sido una más que grata sorpresa, donde el leit-motiv de este año, el hombre lobo, aparece de forma muy coherente en esta película inglesa interpretada por Boyd Holbrook y Kelly Reilly. En un pueblo donde años atrás los colonos masacraron a sus habitantes, aparece una maldición en forma de monstruo-lobo que ataca a los lugareños y un patólogo llega para investigar lo sucedido. Narrada en forma de gran flashback, es una película donde el ritmo, la tensión y las escenas de ataques están muy bien logradas y los actores cumplen dando credibilidad al conjunto. Lo mejor ha sido también descubrir que guarda relación con una cinta francesa bastante conocida para los fans del género llamada El pacto de los lobos de Christophe Gans con Samuel Le Bihan, Mark Dacascos y Vincent Cassel, ya que en dos momentos de la película se menciona lo ocurrido en Gévaudan, de manera que, aunque sea a modo de guiño (o no solo guiño, porque la ambientación recuerda bastante a aquella), es un complemento perfecto para aquella, casi una secuela no oficial. En conclusión, una película más que notable, sin nada que objetar y que deja buen poso al acabar.

Limbo ha sido una de las mayores sorpresas agradables que ha brindado la sección oficial para un servidor (evidentemente he podido perderme otras películas mejores). Limbo es muy parecida a una versión de Seven de Fincher en un Hong-Kong sucio y putrefacto (a veces parece que el olor atravesará la pantalla) rodada en blanco y negro. Puede que, en momentos, se cuece muy a fuego lento y el ritmo baja, pero su último acto es tremendo con un final que no deja respirar y un desenlace contundente. La historia de una pareja de policías (el novato y el veterano), cada uno con sus propios fantasmas (la trama del veterano principalmente y de la muchacha), en la búsqueda de un asesino en serie que va dejando un rastro de manos amputadas a su paso, se convierte en un thriller noir sucio que como reclamo turístico para visitar Hong-Kong tiene poco, de hecho la ciudad casi podría ser un enemigo más en la trama. Al menos en el pase en que he asistido, el impacto ha sido tal que no me extrañaría que se alzara con el premio del público por la contundencia que ha provocado. Mención aparte tiene el personaje interpretado por la actriz Yase Liu, una chica que acaba sufriendo tal sucesión de malos tratos por ambos lados que uno acaba sintiendo lástima e incluso piedad porque acabe tanto sufrimiento. De hecho, es una película con pocos héroes, todos llevan una carga encima y pecados que deben expiar. Muy recomendable aunque el ritmo cueste en ocasiones de llevar.

JOSE ISAAC PELLICER.-

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *