Menú
GÉNESIS: DESPERTARES ADOLESCENTES
julio 16, 2019 Articulos

Si en The Demons, el director quebequés Philip Lesage se centraba en los «demonios» y temores de la etapa infantil con tono de thriller realmente perturbador en Génesis, su nueva película, pretende explorar los primeros amores de la época adolescente y de la primera juventud con un tono más melodramático, pero también sugerente. El film se alzó con tres premios en la pasada Seminci vallisoletana, mejor película, mejor director para Lesage y mejor actor para Théodore Pellerin, que interpreta a Guillaume.

Siguiendo a tres personajes, principalmente a dos hermanastros, Guillaume y Charlotte y al más jovencito, Félix, el director pretende hablarnos sobre las turbulencias de los primeros amores, el descubrimiento de la sexualidad, la libertad, el deseo y, por ende, el descubrimiento de uno mismo.

Guillaume (Theodore Pellerín) estudia en un internado y es un alumno bastante aplicado, que un día tiene un enamoramiento que le sorprenderá a sí mismo y le hará replantearse su sexualidad. Charlotte (Noée Abita), su hermanastra, tiene una relación estable, aunque su novio un buen día le sugiere una relación más abierta, lo que hará que ella acabe conociendo a otro chico más mayor e intimando con él y replanteándose ese primer noviazgo.

Ambos vivirán la iniciación al amor y al despertar sexual en un caso, o a las relaciones amorosas y sexuales en otro, de maneras muy diferentes, incluso dolorosas, pues sufrirán dos experiencias algo traumáticas e inesperadas.

Los dos personajes están dotados de gran complejidad y riqueza de matices, no son unidimensionales, sino que, gracias a ellos, el espectador puede transitar por un gran abanico de emociones, tanto positivas como negativas ya que, como la adolescencia, su periplo está lleno de claroscuros. Enamoramiento, amor no correspondido, despertar sexual, arrepentimientos, sensación de libertad, humillación, traición, violencia sexual…son algunas de las luces y sombras de este relato de «descubrimiento e iniciación» sobre la adolescencia -el llamado «coming of age».

Quizás el epílogo con el personaje de Félix, que conoce a una chica en su primer campamento de verano es el que atisba más candor, ingenuidad y esperanza para decirnos que en el amor no todo es corrupción, sino que la inocencia también es posible, y que no sólo hay lugar para el desencanto, las desilusiones y los envites amorosos -inevitables, por otra parte, cuándo uno pasa de la niñez a la adolescencia-. Aún así, quizás el paso de las historias de Guillaume y de Charlotte a la de Félix, se realiza de un modo un tanto abrupto, lo que puede descolocar al público. Éste es el único inconveniente de una historia sobre los «claroscuros» de la adolescencia, que han retratado con gran sentido y sensibilidad también otros títulos, como es el caso de Los amores imaginarios, de Xavier Dolan, y Call me by your name, de Luca Guadagnino, por poner dos ejemplos significativos.

SONIA BARROSO.-

 

Deja un comentario
*