GÉMINIS: CUESTIÓN DE GENÉTICA

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Cuando necesitas cazar al mejor envías al mejor, aunque signifique jugar a ser dios con la genética. Will Smith se enfrenta a una versión más joven de sí mismo en Génesis y eso hará que se tambaleen los cimientos de las conciencias del cazador y su objetivo. La película nos habla de personas, sentimientos incontrolables, de enfrentar a nuestros demonios, de almas y de emociones, de la conciencia y de los remordimientos… todo a un ritmo trepidante, una acción desenfrenada envuelta con varias capas de efectos especiales y una historia rodada en High Frame Rate, una técnica que consiste en meter más fotogramas por segundo para aumentar la calidad de la imagen ¡y vaya si lo consiguen! Es espectacular.
Con esta película se da un gran paso hacia adelante en el cine digital, tanto por la revolucionaria técnica de grabación como por la caracterización de un jovencísimo Will Smith, con mucho de animación, en el papel de clon del protagonista, un asesino a sueldo del gobierno llamado Henry Brogan. El resultado es, simplemente, alucinante, aunque a veces se haga notar la falta de naturalidad de un personaje creado tecnológicamente que parece que no tenga peso ni densidad. En las escenas de mayor acción la estética del videojuego salta a la pantalla para dejar al espectador sin aliento, aunque siga faltando el toque que aporta un actor real sin aditivos.
Will Smith interpreta un papel que ya forma parte de uno de sus registros más recurrentes, el de tipo duro con corazón, con expresiones y gestos a los que ya nos tiene más que acostumbrados, pero que no por ser los esperados pierden fuerzan. Incluso ha logrado trasmitir esa fuerza a su clon treinta años más joven. De todas formas, hay que apuntar que este actor no aparenta ni de lejos los 50, no, 51 años, que tienen él y su personaje Henry Brogan. Como bien dice en uno de los momentos del metraje ya les gustaría a muchos llegar a esa edad con sus músculos y apariencia.
El guión en sí no brilla por su originalidad. En realidad, es bastante predecible y típico. Aunque es de agradecer que el papel femenino no sea de víctima sino de mujer fuerte que puede salvarse ella solita si la situación así lo requiere. En cambio el amigo gracioso se ajusta al milímetro al manual de fórmulas del éxito del cine de acción estadounidense. El malo tampoco se sale mucho del canon de lo que se espera de un papel de su calibre. En realidad todos los personajes secundarios sólo sirven de comparsa a la estrella de esta producción.
En cuanto al argumento, el protagonista es el típico arma de matar en la nómina del gobierno norteamericano que, de repente, se jubila (escapa al control gubernamental), descubre un pequeño detalle de algo muy grande y se abre la veda. Pero al ser el mejor esquivando balas y acertando a la primera a los hombrecitos de rojo de turno hay que buscar medidas más extremas. ¿Qué tal que se enfrente a sí mismo, pero más joven y fuerte?
¿Qué pasa cuando un hombre (implacable, sin conciencia ni piedad) decide jugar a ser dios y utiliza a los seres humanos? ¿Se puede criar a un bebé con características genéticas cuidadosamente seleccionadas para que sea el soldado perfecto? Las personas no somos robots programados para ejercer una acción concreta, dudamos, tomamos decisiones basadas muchas veces en sentimientos o estados de ánimo, nos conducimos en base a nuestras creencias, educación y bagaje cultural y experiencial. El experimento Génesis está a punto de encontrarse en una disyuntiva personal a la que sucumbirá o que acabará haciéndole más fuerte. Los clones son humanos al fin y al cabo y quien mejor te conoce es el sujeto del que se sacó la muestra. Que te manden acabar con él puede complicar mucho la vida de ambos.
Por supuesto, recomiendo verla en 3D porque gana muchísimo. Se estrena el 11 de octubre y si eres un amante del género de acción y de los videojuegos no te va a decepcionar en absoluto.
DÁCIL MUÑOZ.-

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