DOS PELÍCULAS DE GÉNERO LOW COST CON IMAGINACIÓN

Este viernes 20 de septiembre se estrena One cut of the dead, el último fenómeno del cine japonés. Una película de  Shinichiro Ueda, de muy bajo presupuesto -por no decir de nulo- y cuyos actores no profesionales han conquistado al público de los festivales por dónde se ha proyectado, como fue el caso de Sitges en 2018. Un film lleno de imaginación, diversión y muy buenas ideas, rebosante de amor por el séptimo arte, que despierta una ola de simpatía altamente contagiosa. La trama se centra en el rodaje amateur de una película de zombies y luego del making off de dicha película. Así pues, veremos todas las triquiñuelas y entresijos de un rodaje, así como la manera de hacer cine buscando financiación, actores, localizaciones. etc.

Los zombies y la sangre están presentes, aunque es más una comedia de enredo de serie B que una película de zombies con el horror que ello comporta, al estilo de George A.Romero para entendernos, y sin desvelar demasiado de su argumento. Es necesario, como siempre lo ha sido, y aquí pienso que aún en mayor medida, que el público vaya conociendo detalles mínimos para dejarse seducir y sorprender. He de decir que me reí muchísimo, como hacia tiempo que no me reía en una sala de cine y, a la vez, sentí una profunda ternura y empatía por los personajes y sus «ridículas»historias. Son 90 minutos de puro goce, que se pasan en un suspiro y que hará las delicias de los amantes de las rarezas de género y de las historias mínimas hechas con mucho amor y con poco dinero.

Hace pocos días, en el festival BRetina, de cine de serie B y de género, que se celebra en la localidad barcelonesa de Cornellà de Llobregat pude asistir a la proyección de Apóstata, tercer trabajo de su director, Hugo Cobo, cinéfilo y amante del género dónde los haya. Apóstata son 75 minutos de puro delirio y disfrute, con un ingenioso guión, que parte de una de las realidades más humillantes en el plano social del mundo actual: La pederastia y los abusos a menores por parte de curas de la iglesia católica. Recientemente, pudimos ver cómo François Ozon trataba el mismo tema partiendo de una historia real de la iglesia católica francesa en Gracias a Dios, en la que daba voz a sus víctimas.

Partiendo de este tema tan serio y derivando hacia una realidad muy «tronchante», con una historia que coquetea de manera clara con el gore y el trash, y cuyas escenas de interiores pueden recordar en algunos momentos a la fórmula utilizada por Tarantino en su ópera prima, Reservoir Dogs por la utilización de violencia tan descarnada como humor negro en un espacio cerrado y malsano. Su reparto es espectacular y están todos extraordinarios en sus papeles, a pesar de no haber cobrado ni un duro por la filmación, se nota su implicación y cariño hacia la película. Apóstata se financió con un crowfunding y esperemos que, aparte del BRetina, más festivales y circuitos le den la oportunidad de verse en pantalla grande porque merece la pena.

Así pues, One cut of the dead y Apóstata son la muestra de que se puede hacer cine de calidad en género de serie B, con imaginación y poco presupuesto.

SONIA BARROSO.-

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