¿Qué pasaría si se encuentran dos seres que están en un momento vital complicado, se atraen y se acuestan, a pesar de estar ambos casados? Fantasías de un escritor, la nueva película de Arnaud Desplechin, nos cuenta en clave de drama romántico con toques existencialistas, las ideas y venidas de un escritor en paro, que cree estarse enamorando de una joven depresiva, que depende completamente de su marido, que no la satisface sexualmente ni llena su vida.
La infidelidad -que la trata, aunque no la condena en ningún momento de la película- es uno de los temas que flotan en este drama de personajes, libre, ya que nunca juzga ni señala con el dedo las acciones ni las decisiones de los protagonistas. La película no nos olvidemos que es la adaptación cinematográfica de Deception (Tromperie), una novela de Philip Roth, el mismo escritor de El animal moribundo y Pastoral americana, que también se han adaptado a la gran pantalla.
Este escritor en paro, aparte de con esta joven, descubriremos cómo se relaciona con su mujer, con su mejor amiga -enferma en el hospital-, así como qué sucedió con algunas de sus alumnas de la universidad en un pasado no muy lejano. Este escritor está interpretado por Denis Podalydès, vehemente, taciturno y solitario, solo se completa con las conversaciones y los encuentros sexuales con esta mujer insatisfecha, sexy, inteligente y emocionalmente inestable, interpretada por Léa Seydoux, que ganó el premio a la mejor actriz en la reciente edición del Barcelona Film Festival, en la que la película se llevó el premio de la crítica.
Un drama con tintes de comedia perversa, ya que el espectador no puede evitar la sonrisa en algunas escenas, que se va cocinando a fuego lento y cuya mayor baza e interés son los encuentros amorosos/existencialistas/sexuales de los dos protagonistas, que tienen una química magnética entre ellos. El resto de idas y venidas del escritor no nos interesan tanto o, como mínimo, desde mi punto de vista pasan a un segundo plano de interés respecto a la trama principal.
Desplechin se complace al hablar del amor, el desamor, las decepciones, el vacío, la inestabilidad/estabilidad emocional y, en este sentido, esta película cumple bastante bien su cometido. Si os gusta el cine de autor francés, reposado y reflexivo, las «batallas dialécticas» entre mujeres y hombres, así como las historias íntimas y personales, esta propuesta puede colmar vuestras expectativas. Es un tipo de cine que es una rara avis en el panorama actual. Por ello, si conectáis con este tipo de cine, Fantasías de un escritor tiene sobrados alicientes para agradar a aquellos espectadores que van buscando un poco de alma, así como unas gotas de picardía y sutil provocación en las historias mínimas.
SONIA BARROSO.-