Paul Feig es un conocido actor y director de comedias, como La boda de mi mejor amiga, Cuerpos Especiales o Bad Teacher. En esta ocasión, vuelve al género en el que se mueve como pez en el agua con Espías, una comedia de acción y espionaje en la línea de Superagente 86 o la más reciente Kingsman.

Susan Cooper (Melissa McCarthy, con la que ya trabajó el director en La boda de mi mejor amiga y Cuerpos Especiales) es una agente de la CIA que ayuda desde la Central al agente de campo, Bradley Fine (Jude Law), indicándole el camino y los peligros que le acechan en la misión con los medios que dispone a través del ordenador. Dicha misión será buscar una bomba nuclear pequeña y fácil de transportar, detrás de ello está la peligrosa Rayna Boyanov (Rose Byrne). La jefa de la Central, Elaine Crocker (Allison Janney), analizando los informes y puntuación que tenía Susan en  las pruebas de la agencia, decide que sea ella sea la encargada de encontrar  la bomba. Ella se opone al principio porque no se siente a gusto siendo una agente de campo y recibirá la inestimable ayuda de Rick Ford (Jason Statham) y Karen Walker (Morena Baccarin).

Así pues, estamos ante una nueva película satírica de espías, que toma como referente a James Bond  e incluso a Kingsman. En esta ocasión, el súper agente es Jude Law como en Kingsman lo fue Colin Firth o en Bond lo es Daniel Craig. Se nota que Melissa McCarthy es doblada en las secuencias de acción, ya que realmente donde se luce es en el terreno de la comedia . Lo mejor de la cinta, aparte de que es divertida, entretenida y pasa volando, es su reparto. Destacamos por encima de todo los citados, la actuación «pasada de vueltas» de Jason Statham, un agente fanfarrón, mal educado y que le encanta meterse en líos. Una propuesta que hará las delicias de todos aquellos espectadores que adoren pasárselo pipa en el cine.

JR PALOMAR.-