¿ES GHOST IN THE SHELL FIEL AL ANIME ORIGINAL?

Ghost in the Shell es la obra cumbre de Masamune Shirow, autor de mangas cibertecnológicos futuristas tan impresionantes como enrevesados en el que los ciborgs y las dudas existenciales y de identidad son una constante. En concreto, esta serie surgió en formato cómic que comenzó su andadura en 1989 y que cosechó tal éxito que dio lugar a toda una serie de productos relacionados con la marca, entre ellos tres animes más que recomendables. Además, salieron a la luz cinco series de televisión.

Era cuestión de tiempo que Hollywood fijara sus ojos en esta marca con tantas posibilidades. Para ser más precisos, en la primera película de animación de 1995, la más popular. Hacer una versión en imagen real de uno de los más reputados anime del cine japonés era muy arriesgado. A pesar del asesoramiento y colaboración de empresas niponas cinematográficas, las reglas del cine norteamericano han destrozado un guión con un arco narrativo tan extenso y críptico que deja muchos puntos a la interpretación del espectador. En cambios, en la nueva versión nos lo ofrecen todo masticado y excesivamente explicado, dando lugar al típico guión sin sorpresas.

Estos fallos argumentales se ven compensados con creces por un despliegue espectacular de efectos especiales, que se asemejan bastante a la estética ciberpunk, caótica y, en ocasiones, agobiante, de la película de 1995, dirigida por Mamoru Oshii. Algunas de las escenas son clavadas a las de la versión original y son, precisamente, las que nos dejan clavados en la butaca.

A los fans incondicionales de la versión animada les parecerá muy poco acertada la selección de actores que interpretan a los personajes principales de la trama, pero hay que asumir que es una misión imposible emular a la Mayor Motoko, Batou, Togusa y Daisuke con personajes reales. Scarlett Johansson humaniza a una escalofriante Motoko, fría y calculadora, aunque con un espíritu revuelto que se refleja en una mirada que pasa de la impersonalidad a la intensidad extrema dependiendo de la situación. Por su parte, Pilou Asbæk adopta un papel más parecido al personaje de Batou en la serie o el cómic, aunque en la película que nos ocupa aparece más introvertido y duro. Takeshi Kitano es el que más puede acercarse a su papel como Daisuke Aramaki, jefe de la sección 9.

El resultado en general, teniendo en cuenta la mentalidad estadounidense, es digno de ver. Ahora habrá que esperar a ver si se deciden a hacer una versión de las otras dos películas de animación que siguieron a la que han versionado. Seguro que consiguen otro impresionante espectáculo visual, aunque también es probable que el guión se resienta de nuevo.

DÁCIL MUÑOZ PORTA.-

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