El Veredicto (Children´s act), de Richard Eyre , -especialista en dramas, tales como Diario de Un escándalo e Iris- es un drama basado en la novela La Ley del menor, de Ian McEwan, que se centra en Fiona Maye, una jueza de Londres que se caracteriza por ser muy resolutiva en su trabajo (de hecho vive volcado a éste), abandonando para ello su vida marital junto a su esposa Jack. Tras dar una sentencia controvertida al caso de unos siameses, se le presenta un caso no menos polémico: El de Adam Henry un adolescente de 17 años que padece leucemia, hijo de Testigos de Jehová, y que rechaza una transfusión de sangre, la cuál podría salvarle la vida. Así pues, la película plantea el drama ético de si ha de estar por encima las creencias religiosas o ha de primar la salud o los criterios médicos cuándo lo que está en juego es la vida de una persona.
No obstante, Eyre parte de esta anécdota para hacer un giro, que quizás pueda no ser bien visto o también sea tan o más polémico y escandaloso que el propio dilema moral que se planteaba (pero no diremos cuál es para no hacer spoiler). Aunque, eso sí, quizás lo mejor de la propuesta sea el cara a cara, no entre Emma Thompson y Stanley Tucci, sino entre Emma Thompson y un joven actor que protagonizó Dunkerque, Fionn Whitehead, que interpreta al apasionado y soñador Adam – y que se convierte en el leit-motiv, en una de las sorpresas más agradables e inesperadas que depara este film-. Seguramente a Eyre lo que le interesa explorar es cómo conocer a una persona o profundizar en un caso puede cambiarle a uno la vida o los cimientos de lo que había pensado o creído hasta ese momento. Si esa es la intención de la película pienso que está bien resuelta, aún así quizás el drama marital quede un poco flojo y descompense la balanza del conjunto. Aún así, es una buena película con interpretaciones de altura y temas para la reflexión del espectador.