Cuarta entrega de la exitosa saga de zombies y telerrealidad, Rec, dirigida por Jaume Balagueró -en este caso sin Paco Plaza-, saga que ha recaudado 43 millones de euros en todo el mundo, 15 de los cuáles, solo en España.

En esta ocasion, y tras el paréntesis de la tercera entrega, regresa capitaneado por su reportera más sufrida, Ángela Vidal (Manuela Velasco), atrapada en el edificio después de las dos primeras películas  y, en este caso, es rescatada por un grupo de elite del ejército y puestos en cuarentena en un barco con un grupo de médicos científicos y militares para evitar contagios y hacer un antídoto para combatir el virus. Allí se reúnen con el capitán del barco, un informático ayudante que es el típico hacker gordo y desaliñado (nada que ver con la versión masculina de Lisbeth Salander).

La única superviviente de la boda de la tercera entrega es la única conexión con la anterior película, aunque esto, desde mi punto de vista, es un error, pues en la 3ª pudo haber más supervivientes atrapados en la iglesia.

El barco dónde están se cae de viejo y tiene múltiples fallos eléctricos al haber modificado el barco para el experimento hay un problema de seguridad y…hasta aquí podemos revelar…

La película empieza con brío, después del rescate decae, sobre todo en la presentación de personajes.Ángela (Manuela Velasco) aunque según la trama, haya transcurrido menos de un día entre la infección en el edificio y el rescate, se nota  la huella de los 7 años que han pasado. Además, Velasco tiene el mismo registro interpretativo que en las dos anteriores. La atmósfera también es la misma que en el resto de la saga. Aunque, en esta ocasión, sin tanto humor ni gore que en la tercera. En momentos nos recuerda a The Faculty, de Robert Rodríguez, y a La Cosa, de John Carpenter.

JOSÉ RAMÓN PALOMAR.-