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Una pareja que va conduciendo por la carretera y se les cruza un coyote. Primer infortunio de la jornada. Esa pareja son Will (Logan Marshall-Green) y Kira (Emayatzy Corinealdi), que van a un reunión vespertina de amigos a los que hace más de 2 años que no ven. Los anfitriones de dicho encuentro son Eden (Tammy Blanchart,su ex-mujer) y David (Michiel Huisman, su actual pareja) en la casa que compartieron Will y Eden cuando vivían felices con su hijo. Una tragedia los separó y esa noche promete ser de emociones fuertes, entre el doloroso pasado y el extraño presente, pues mientras Eden parece haber encontrado la estabilidad con su nueva vida, Will no puede olvidar a su pequeño. Con esta premisa más cercana al drama familiar e intimista, la directora Karyn Kusama orquestra una pieza donde el terror cotidiano, la amenaza, el thriller y el misterio se dan cita en una noche que cambiará sus vidas para siempre.
Con pocos elementos, como son una pandilla de viejos colegas con carácteres distintos entre ellos, dos amigos de los anfitriones -que no parecen ser del agrado de Will y un sólo escenario, una casa con piscina, la directora consigue, desde el punto de vista de Will ponernos en su piel y hacernos plantear si todas las dudas, sospechas y peligros que acerchan la mente del protagonista son realmente ciertos o son fruto de su tragedia no superada. Ese ambiente de pesadilla se ve acrecentado por conversaciones y pequeños elementos de la vida cotidiana. Tal y como pasaba en El Regalo, de Joel Edgerton, o Calle Cloverfield 10, de Dan Tratchtemberg, son los monstruos de la vida cotidiana los que crean la tensión.
La película nos plantea si es posible superar el dolor de la pérdida y como hacerlo, si a través de «la invitación» para dejar el sufrimiento y abrirse a una nueva dimesión de vida o albergándolo para siempre en el corazón de uno. Así pues, hay una «doble invitación», la que ofrecen los anifitriones a su grupo de amigos esa noche y la que les fue revelada a ellos dos años antes. Aparte de hablar de la pérdida también nos habla de la confianza o desconfianza hacia las personas que crees que son tu círculo de amistades.
Sin querer revelar nada más del argumento de desasosiego y pesadilla, diremos que la cinta pone énfasis en la presentación de personajes, los conflictos y relaciones entre ellos y no acabamos de hacernos la idea hasta el impactante tramo final de cómo es que se alzó con el premio a mejor película en el Festival de Sitges. ¿Puede el Apocalipsis albergarse en el alma humana? Ésta es una de las inquietantes cuestiones que plantea una cinta muy juguetona e inteligente, en la que el espectador está en tensión y en alerta en todo momento. Os invito a descubirla en los cines.
SONIA BARROSO.-
