DOS HITOS DE LA CIENCIA-FICCIÓN

Hablemos del único género cinematográfico que más ha evolucionado década tras década hasta llegar a lo que es hoy en día: Un género que se nutre del pasado y recupera nuestro futuro contemporáneo en cada trozo de celuloide. La ciencia- ficción siempre llega a sorprender al gran público, que llena las salas haciéndoles sentir un poco como si fueran inmortales.

Gravity (2013) es el último experimento que nos ha regalado este género enseña todo lo que hemos aprendido social y científicamente y que deja una puerta abierta a las futuras incursiones que puede ofrecer dentro de la fantasía. Así, ésta tremenda película de Alfonso Cuarón interpretada por Sandra Bullock y George Clooney, puede ser el último hito dentro del cine espacial.

Pero, para comprender este trabajo de supervivencia, que es una metáfora increíble de la propia vida, hay que recordar dos filmes anteriores que marcaron un antes y después en este género cinematográfico. 

Metrópolis (Fritz Lang, 1927)

Nos encontramos ante el descubrimiento del cine mudo que nos da una verdadera filosofía de vida ante un mundo inhóspito, lleno de imágenes por donde se cuela la ciencia-ficción. Este trabajo es el primero con imágenes en movimiento. Podemos decir que es una película por el pueblo y para el pueblo. Una brillante metáfora para explicar lo que son la lucha de clase entre ricos y pobres en un mundo, donde la herramienta industrial no ha cambiado mucho.

La historia es tan novedosa como progresista. El trabajo del hombre cobra mucha importancia a la hora de ver el desarrollo como lo más esencial para el ser humano y nos damos cuenta que en toda sociedad idílica hay fallos que hacen luchar al hombre por sus derechos.

En el aspecto técnico, Metrópolis fue un adelanto para el cine, pero hoy en día sigue siendo un verdadero avance para cineastas y creadores de todas las disciplinas artísticas : ¿Cómo una película muda puede tener tanto peso intelectual y social para la vida actual?  Esta pregunta trata de resolver muchas cuestiones que hoy casi un siglo después de este prodigioso discurso en imágenes trata de resolver con su visionado de más de dos horas de duración.

Metrópolis no se olvida de la ciencia y nos presenta el primer robot malvado de la historia del cine: María Dos, que esconde en él la maldad de los propietarios de los lugares de trabajo. No se puede olvidar tampoco que este trabajo puede ser una epopeya de las clases sociales y que esta película puede salir fácilmente de la ciencia-ficción para confundirse con el cine social.

Hablar de esta obra maestra es volver al origen del cine donde el sonido todavía era desconocido, pero existían directores de cine que querían mejorar el mundo con sus películas y Metrópolis es una de esas que abre mentes para hacer pensar al gran público de todos los tiempos.

2001, una Odisea en el espacio (Stanley Kubrick, 1968)

2001, una odisea en el espacio es el clásico de los clásicos de este género. Una película novedosa cuando se estrenó y un diamante en nuestros días. Su título es una metáfora de la evolución del hombre y de su capacidad mental que puede llegar a alcanzar obteniendo metas insospechadas para su avance. Así 2001, una odisea en el espacio nos convence que todo se puede superar con la fuerza mental.

La estructura argumental es muy complicada de entender a simple vista porque todas las imágenes que visualizamos tratan de crear un nuevo pensamiento tan fuera de la época de su tiempo, como lo son las máquinas que los científicos crearán en nuestro futuro más inmediato. De esta manera, vemos al mono (al principio de la obra) descubriendo la primera arma mortífera para defenderse y, después, se nos muestra un viaje espacial con la última arma de destrucción mortífera (un robot). Al tener retenidas estas dos formas de vida: una lejana y la otra más imaginaria, llegamos a concebir una idea intelectual de lo que es nuestra vida y nuestra evolución.

La importancia de la música clásica en esta producción trata de ser una pieza clave para entender este paso de gigante para el cine que hoy sigue siendo un paso de gigante para todo cinéfilo; llegó a cambiar conciencias sociales haciendo que se respetara más este género, cinematográficamente hablando.

En resumen, hay un antes y un después. En 2001 una odisea en el espacio se esconden muchos caminos creativos, científicos y sentimentales que llegan a avivar razonamientos y a liberar la vida espiritualmente; puede estar de moda o también puede que nunca lo haya estado porque ha sobrevivido en el tiempo para llegar a ser lo que verdaderamente es hoy una obra para reflexionar.

Después de recordar estas dos obras maestras del cine, yo me pregunto: ¿Adónde puede llegar nuestra imaginación?; ¿adónde nos lleva nuestra evolución?…y, por último: ¿Cuál será el siguiente paso en el cine de ciencia-ficción?

JORGE GIRBAU BUSTOS.-

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