THE WALKING DEAD (POR RUBÉN TOLEDO)
No nos engañemos, los zombies no tenían una gran aceptación fuera de los círculos de amantes del cine de terror, gore y hasta de la comedia; pero si hubo un hito en la historia del entretenimiento para los muertos vivientes fue, sin duda, el estreno de The Walking Dead (2010).
El boom de las series nos proporcionó esta adaptación de las novelas gráficas de Robert Kirkman a los guiones y Tony Moore y Charlie Adlard a los lápices, siendo el propio Robert Kirkman, además, productor ejecutivo de la serie de televisión. Hay que señalar de manera importante que esta serie, durante su quinta temporada, llegó a ser una de las más vistas de la historia de la televisión, con una media de 14 millones de espectadores por capítulo, aunque esto, en las últimas temporadas, ha decaído sobremanera.
Hablar de esta serie es hacerlo sobre personajes que ya perviven en la memora colectiva del entretenimiento audiovisual. Sobre todo, si tenemos en cuenta los villanos. En esta serie hay dos partes muy diferenciadas: las dos primeras temporadas nos sitúan ante un survival horror y, a partir de la tercera, los caminantes son solo el telón de fondo de las luchas de los humanos supervivientes por los recursos y el territorio.
Y es, en esta última parte, donde encontramos a Negan (magistral Jeffrey Dean Morgan) y, sobre todo -para quien escribe éstas líneas- el Gobernador, interpretado por un imponente David Morrisey y que debió de quedarse muchísimo más tiempo en la serie.
Personalmente, sin ser muy fan de éste tipo de cine, he de reconocer que me enganché bastante, sobre todo las cinco primeras temporadas. A partir de ahí la encontré sin esa chispa que tenía y que enganchaba a aprender tácticas de supervivencia hasta al más pintado
MAGGIE (POR JOSU DEL HIERRO)
La ópera prima de Henry Hobson se nos presentaba como una película de Arnold Schwarzenegger y zombies. A priori, la propuesta prometía un festival de sangre, vísceras y violencia. Siendo así, es comprensible que para los fans más acérrimos del actor austriaco, esta película supusiera una decepción.
Sin embargo, quienes se acerquen al filme sin prejuicios o ideas erróneas preconcebidas se llevarán una grata sorpresa. La historia nos presenta a Maggie (Breslin), una adolescente que ha sido infectada por el mordisco de un zombie, y cómo su familia, en especial su padre (Schwarzenegger), afrontan sus últimos días de vida. Mientras, sus vecinos la ven como una amenaza que hay que eliminar.
Hobson afronta la dirección alejándose de la parafernalia habitual que acompaña al género. Entregando una película de ritmo pausado, oscura e intimista, que le sienta como un guante al guión de John Scott 3. Tarea que se ve reforzada por el magnífico trabajo Lukas Ettlin en la fotografía.
Para terminar de destacar sus puntos fuertes, su pareja protagonista. Viendo el desempeño de Abigail Breslin, hace que nos preguntemos por qué no le llegan más papeles de peso. Mientras, Arnold Schwarzenegger ofrece una interpretación dotada de carácter, en la que entiende a su personaje y lo que este necesita en todo momento, despejando cualquier duda sobre sus capacidades dramáticas.
En definitiva, una película muy recomendable, cocinada a fuego lento y que respira una atmósfera.
MEMORIAS DE UN ZOMBIE ADOLESCENTE (POR JOAN BOTER)
Lo confieso: no me gustan los zombies. Mientras unos disfrutan con esta nueva de ola de muertos vivientes que se alimentan de carne humana, servidor observa con respeto ( pero también con perplejidad) como los aficionados de este cine disfrutan de sus placeres necrófitos. Por eso cuando me tocó escoger un film de subgénero lo tuve claro. Memorias de un Zombie Adolescente era mi candidata. Y el principal motivo, amén de ser un muy buen film, es que esta no es un film de zombies cualquiera. Es una película de zombies para quien no le gusten las películas de zombies.
Memorias de un zombie adolescente es una sátira (blanca, con 0 gore para entendernos) no sólo del subgénero si no de la zombificación de la sociedad del siglo XXI (algo que hoy en día va a más) Y es que el film aparte de la acidez en su humor, reinvindica lo naif, lo empalagoso y hasta lo cursi como sinónimo de rebeldía en estos tiempos tan oscuros que vivimos. Con una historia «crepusculera» que sabe reírse de sí misma con inteligencia (muy bien el tándem Hoult/Palmer) concesión y un uso de la música pop tan balsámica como casi demodé. En definitiva, una película divertida que también gustará a aquellos (como yo) que no le apetezca ver a muertos andantes comiendo con todo lujo de detalles.
LOS MUERTOS NO MUEREN (POR VANESA LORENZO)
El eje de la tierra ha sufrido una pequeña desviación debido al cambio climático y las consecuencias las comezarán a vivir en la pequeña localidad de Centerville: el apocalipsis zombie ha llegado. Los Muertos no mueren es una comedia de temática zombie que seguramente para los amantes del género se quedará bastante corta, pero que para los profanos como yo resulta entretenida y la podemos disfrutar sin revolturas de estómago ni sobresaltos. Cliff (Bill Murray) y Ronald (Adam Driver) son dos tranquilos agentes de policía que pasan sus días sin más complicaciones que los robos de gallinas y las multas de tráfico pero de repente serán los encargados de investigar lo que en un principio son dos extraños asesinatos. Pronto se darán cuenta que lo que está ocurriendo es que los muertos están volviendo a la vida y ahí comenzará la locura, pero estos dos se lo tomarán con mucha calma.
Además de nuestros dos protagonistas la cinta cuenta con un reparto de lo más variopinto: Tilda Swinton, Steve Buscemi, Dani Glover, Caleb Landry Jones, Rosie Perez, Selena Gómez o Iggy Pop entre otros, interpretan a unos personajes de lo más histriónico pero todos ellos con unas actuaciones más que notables.
No deja de ser una película con un guión sin demasiadas pretensiones, más que lo que pueda parecer el puro divertimento de su director y guionista, sin demasiadas vísceras ni momentos desagradables pero que si es capaz de provocar la risa en el espectador sin ni siquiera parecer que sea esto lo que está buscando, con un final para mí inesperado aunque con su título lo diga todo.
ONE CUT OF THE DEAD (POR SONIA BARROSO)
¿Cuál es la película más divertida de zombies de la última década? La japonesa One cut of the dead lleva muchos números para ser, como mínimo, la más loca. One Cut of the Dead, de Shinchiro Ueda, explica el rodaje de una película de zombies, así como su making off posterior. El sleeper del año en Japón desató el delirio de los asistentes a la proyección de última hora de la tarde en el festival de Sitges en la edición de 2018, proyección a la que asistió el entregado equipo artístico y el director de la misma.
Sus divertidísimas tomas, en las que sus actores se ‘desfasan’ y de qué modo, y su entrega a la causa delirante de hacer reír completan el conjunto, aparte de sus velados homenajes a otros films del subgénero. Nunca ver clavarse hachas «matazombies» unos actores a otros, con litros de hemoglobina mediante, resultó antes tan tronchante. Una comedia desternillante e imprescindible y, lo que aún tiene más mérito, hecha literalmente con cuatro yenes, de la que es preciso saber muy poco de su trama para gozarla aún más. Una película que demuestra que bajo presupuesto no equivale a escasez de ideas ni de imaginación, elementos que One cut of the dead va más que sobrada. Una joya a descubrir y a reivindicar.
Edición: Sonia Barroso.-
