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Maratón de Boston 2013. Dos presuntos terroristas sembraron el terror y el caos en la capital de Masachussets haciendo explotar unos artefactos en unas mochilas que dejaron decenas de muertos y heridos y una sensación de vulnerabilidad no vivida en Estados Unidos desde el 11 de septiembre. El cineasta Peter Berg con la ayuda de Mark Walbergh en la dirección y en la producción, afronta en Día de Patriotas, esta historia reciente en clave de thriller. Es electrizante como el director no ofrece tregua ni respiro al espectador y como, con su cámara nerviosa y explosiva, tanto como los acontecimientos que está contando, nos sumerge en las horas previas, el momento y los dos días posteriores a los atentados.
Con un reparto coral en el que conocemos a las que serán víctimas de los atentados, algunas físicas, otras morales, algunos testigos -policías, etc-, así como a los artífices de la masacre y a sus familias, Berg toma partido del lado de América. Su patriotismo está bien marcado y definido -el título no engaña al respecto- y quizás eso sea lo más cuestionable y lo que menos nos guste de esta película; por otra parte, uno de los mejores thrillers de acción contemporáneos basados en hechos reales de los últimos tiempos.
A Berg no le tiembla el pulso en ningún momento del film y no da tregua para que uno se relaje ni descanse. Si Boston y sus habitantes no pudieron vivir en paz, tampoco nosotros los haremos en los 140 minutos que dura Día de Patriotas, que pasan en un suspiro. Un documento patriótico y lleno de vigor sobre una de las masacres recientes que volvieron a azotar con fuerza a Estados Unidos. Pronto Stronger, con Jake Gyllehaal volverá a abordar este mismo tema, situándose en la Maratón de Boston, desde el punto de vista de uno de los supervivientes y su familia, que aquí aparecen como personajes secundarios.
SONIA BARROSO.-
